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Resumen:El turismo en Argentina ha tenido un clivaje estructural durante el peronismo histórico(1946-1955), observado por una extensa bibliografía. El presente trabajo busca revisarla heterogeneidad presente en la mirada y política turística diseñada, en lo que sedenominó ?turismo social?, a partir de revisar la construcción de la imagen de SanCarlos de Bariloche en tres guías de turismo, las guías Peuser de 1945, 1950 y 1955.Desde las mismas se analizarán rupturas y continuidades a partir del modo que espresentado Bariloche, así como una comparación respecto de la representación de otrosdos sitios emblemáticos, Córdoba y Mar del Plata. Adoptamos las guías Peuser, comocorpus central, por la relevancia social de las mismas, y por pertenecer a una editorialespecialmente cercana a la administración nacional peronista, en tanto ha sido el ámbitoen donde se publicaron la mayor parte de los textos más emblemáticos del gobierno.La propuesta analítica cruza los elementos contextuales relevados en la historia políticay económica con la teoría del arte. Tomamos de Walter Benjamin el concepto de?estetización de la política? para dar cuenta de la importancia fundamental que tuvieronlos elementos estéticos en el diseño e implementación de las políticas en general, queaquí se articularán con la pregunta por la política turística.Problematizaremos las guías, fundamentalmente, desde sus imágenes. Reconoceremosen sus fotografías, en sus mapas y diseños, en su modo de escritura las claves para ladefinición de la identidad de la Patagonia Andina: un imaginario de belleza naturalromántica, esencial, inmutable, un lugar de vacaciones comparable con el paisajeeuropeo, como lugar turístico para la clase media-alta, como un lugar en el cual es másimportante la exuberancia de la naturaleza que el factor humano y cultural, lo cualimponía una forma fija de vivirlo y recorrerlo. Una Patagonia que poco a poco pretendeacercarse al pueblo pero que descuida el vínculo simbólico, y por ello no termina deserlo en forma equivalente al de otros espacios. Como resultado observaremos cómo, enel diseño de una guía de turismo, se representan las regiones de nuestro país creandoimaginarios, sentimientos, apreciaciones, que luego pondremos en práctica con elencuentro real con el territorio y que alimentan la construcción política que se presentaen la Nación.Reconoceremos una visión europeísta de la historia (y de la geografía) impactando en laestética, lo cual resulta especialmente claro en la presentación turística de los ParquesNacionales. Observaremos como este reconocimiento reforzó un dominio no sólosimbólico sino económico, donde los relatos sobre las zonas centrales subordinan a loconstruido como periferia. Cerraremos cruzando estas fuentes con documentos relativosal desarrollo local en el período posterior, analizando el modo en que esta miradaimpacta en una construcción turística del territorio, que significó una integraciónsubalterna que aún limita la consolidación de la autonomía.