INICSA   23916
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN CIENCIAS DE LA SALUD
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Dinámica de la transición nutricional en Argentina: relación con indicadores macroeconómicos en perspectiva diacrónica.
Autor/es:
RODRÍGUEZ JUNYENT C; POU SA; TUMAS N; SCRUZZI GF; ABALLAY LR
Lugar:
San Juan
Reunión:
Congreso; XV Jornadas Argentinas de Estudios de Población y II Congreso Internacional de Población del Cono Sur; 2019
Institución organizadora:
Asociación de Estudios de Población Argentina (AEPA) y Facultad de Ciencias Sociales (FACSO) y Facultad de Filosofía, Humanidades
Resumen:
RESUMEN AMPLIADOIntroducción: La transición nutricional es un procesode cambios en el perfil nutricional de las poblaciones humanas, determinadospor modificaciones en los patrones de alimentación y actividad física (Popkin,1993). La misma, es afectada y a su vez afecta a las transiciones demográfica yepidemiológica, por lo que estos procesos suelen considerarse como piezas de unmarco transicional integral. Así, bajo estas teorías se reconoce que losprocesos alimentarios, de salud, demográficos y económicos están estrechamentevinculados (Nicolau y Pujol, 2011). Si bien el interés en indagar lasvinculaciones entre los procesos alimentarios, socioeconómicos, demográficos yde salud no es reciente, existe aún escasa evidencia respecto a las tendenciasde estos fenómenos en el contexto nacional, desde un enfoque transicionalintegral.Objetivo: Caracterizar las tendencias del consumo de los principalesgrupos alimentarios en Argentina y valorar la relación con indicadoresmacroeconómicos seleccionados, durante el período 1980-2013.Metodología: Sedesarrolló un estudio ecológico de tendencia temporal, para el período1980-2013 en Argentina. Inicialmente, la serie temporal de 23 años de loskg/cápita/año de consumo alimentario aparente de la población Argentina, segúngrupos alimentarios, fueron modeladas mediante análisis de regresión Joinpoint(Kim et al., 2000). Éste, permite estimar el porcentaje promedio de cambioanual (PCA) en los mismos, y detectar el número y ubicaciones de los puntos enel tiempo en donde la tendencia cambia significativamente. Posteriormente se realizóun análisis de correlación de Pearson entre el consumo de los gruposalimentarios considerados y los siguientes indicadores macroeconómicos:Producto Bruto Interno (PBI) e Índice de Desarrollo Humano (IDH). Los análisisfueron realizados empleando los softwares STATA 14.0 y Joinpoint 4.1.Fuentes ydatos: Dado que Argentina no cuenta con un sistema de encuestas nacionales parala recolección sistemática de información sobre consumo alimentario, seemplearon como fuentes de datos las hojas de balance de alimentos (HBO) de laFood and Agriculture Organization (FAO). Las mismas reflejan la disponibilidad(homologable a consumo aparente) de alimentos para consumo humano a nivelnacional, por año (FAO, 2001). Específicamente se consideró el consumo aparenteper cápita de alimentos/ítems alimentarios seleccionados (kg/cápita/año) de lapoblación argentina en cada uno de los años del período estudiado. Para esteestudio, con los ítems alimentarios disponibles se conformaron gruposalimentarios, siguiendo el criterio general de las Guías Alimentarias para lapoblación Argentina. Los datos referidos al PBI (en millones de pesos, aprecios de 1993) e IDH, por su parte, fueron obtenidos a partir de lainformación publicada por INDEC (según datos de la Dirección Nacional deCuentas Nacionales), y por el Programa de las Naciones Unidas para elDesarrollo, UNDP (accesible en http://hdr.undp.org/en/data),respectivamente.Resultados: el consumo de frutas y verduras presentó unatendencia creciente en el periodo 1989-2000 (PCA 2,1; p<0,05), seguido deuna tendencia decreciente hasta el año 2006 (PCA -4,8, p<0,05). El consumode legumbres evidenció una tendencia creciente tanto al comienzo (1980-88; PCA8,8; p<0,05) como hacia el final del período estudiado (1993-13; PCA 2,4;p<0,05); mientras que el consumo de cereales disminuyó (PCA -6,9; p<0,05)durante 1980-86. Esto también se observó respecto al consumo de papa y batata,pero en menor magnitud y hacia el final de la serie temporal analizada(1995-13; PCA -3,4; p<0,05). En cuanto al consumo de alimentos de origenanimal, los lácteos presentaron una leve tendencia creciente durante lasdécadas del ´80 y ?90 (PCA 1,9; p<0,05), seguido por una acelerada tendenciadecreciente (PCA -10,4; p<0,05) en el quinquenio 2000-04. El consumo decarnes y huevos, en tanto, mostró una reducción porcentual anual de 1,8 en ladécada del ?80, seguido de un incremento de similar magnitud (PCA 1,7;p<0,05) en la década subsiguiente, que se acentúa a partir del año 2002 (PCA2,5; p<0,05). En relación a la ingesta de bebidas, las alcohólicas mostrarontendencia decreciente en torno al 2% en los tramos 1980-89 y 1992-2002(p<0,05), mientras que las bebidas analcohólicas siguieron una tendenciacreciente en 1990-97 (PCA 6,5; p<0,05) seguido por un decrecimiento en1997-13 (PCA-2,1; p<0,05). Por último, el consumo de dulces evidenció unporcentaje de cambio anual negativo en el periodo 1980-88 (PCA -1,7;p<0,05), seguido de una tendencia creciente en el tramo 1988-95 (PCA 2,4;p<0,05), que se desacelera entre 1995 y 2005 (PCA 0,9; p<0,05). Laingesta de materias grasas registró, en tanto, una leve tendencia en ascenso en1980-1997 (PCA 1,3; p<0,05), seguido por un decrecimiento del 3,5% anualhasta el final del período considerado (2013).Tras el análisis Joinpoint, entérminos generales, se advierte por un lado que algunas tendencias crecientesen las últimas décadas pueden ser explicadas en el marco del enfoque detransición nutricional. Por otra parte, se identifica que algunos cambios en latendencia del consumo alimentario coinciden con períodos de crisis ocrecimiento económico del país. Para lograr una primera valoración de larelación entre estos macro-componentes, se presentan a continuación losresultados de un análisis de correlación de Pearson entre el consumo de estosgrupos alimentarios y el PBI e IDH para la serie temporal estudiada. Como puedeobservarse en la tabla 2, el PBI e IDH se correlacionaron positivamente con elconsumo alimentario de legumbres, cereales, dulces y aceites/frutas secas/semillas.El consumo de carnes y huevos presentó además correlación directa con el PBI.La ingesta de bebidas alcohólicas, materias grasas, papas y batatas presentó,en cambio, correlación inversa con el PBI e IDH (p<0,05).Los resultados deeste trabajo sugieren que, en el contexto argentino, se corrobora empíricamentelo sustentado teóricamente en el marco transicional, respecto a que los cambiosen la alimentación de las poblaciones en las últimas décadas están relacionadosa indicadores macroeconómicos y/o a la compleja dinámica multidimensionalexplicada desde el enfoque conceptual de la transición nutricional.