Asociación entre el índice de masa corporal y la calidad espermática: efectos del bajo peso y de la obesidad

GAGGINO MP; TISSERA A; VINCENTI LM; RUIZ RD; FIOL DE CUNEO M; MOLINA RI; MARTINI AC

Córdoba

Jornada; XVI Jornada Internacional Anual de Actualización en Medicina Nutricional y Obesidad de la Fundación Diquecito; 2013

Fundación Diquecito

En estudios previos realizados en nuestro laboratorio, detectamos una asociación negativa entre el índice de masa corporal (IMC) y algunos parámetros de la calidad seminal humana, tales como la motilidad espermática y la concentración seminal de alfa-glucosidasa neutra (NAG) (1). Ya que la motilidad de los espermatozoides se adquiere durante su pasaje a través del epidídimo y que la concentración de NAG es un marcador funcional de este tejido, nuestros resultados sugerían que el aumento del IMC impacta especialmente sobre la función epididimaria. En dicho trabajo además, en un grupo de pacientes con obesidad mórbida (de número demasiado pequeño como para extraer conclusiones científicamente valederas), detectamos que su calidad espermática se encontraba marcadamente disminuía sugiriendo que el IMC de 40 representaría una posible línea de corte por encima de la cual la fertilidad podría verse comprometida. En el presente estudio por lo tanto, nos propusimos evaluar nuevamente la posible asociación entre el IMC y la calidad seminal, pero incluyendo ahora en el muestreo a pacientes con obesidad mórbida o de bajo peso y excluyendo además del estudio, a los pacientes que consumieran tabaco y/o alcohol. Los individuos estudiados en este trabajo fueron hombres miembros de parejas con problemas de fertilidad, que asistieron al Laboratorio de Andrología y Reproducción-Córdoba (LAR-Córdoba) entre noviembre de 2006 y agosto de 2012. De los 11992 pacientes que originalmente aceptaron participar en este estudio, se excluyeron aquéllos con azoospermia o con antecedentes de varicocele, criptorquidia, parotiditis o infección/cirugía genito-urinaria. Tampoco se incluyeron en el estudio pacientes fumadores, que consumieran regularmente alcohol o que estuvieran expuestos a radiaciones, calor o tóxicos (tales como pesticidas u otros disruptores endócrinos). Finalmente, se incluyeron en este trabajo a 4876 pacientes (edad 35.5±0.1 años) quienes, de acuerdo a su IMC, fueron divididos en cinco categorías: bajo peso=IMC40. Es importante destacar que los pacientes con IMC entre 18.5 y 20 fueron incluidos en el grupo de bajo peso y no en el de normopeso como recomienda la Organización Mundial de la Salud. Esta clasificación especial se sustenta en el hecho de que las características seminales de dichos pacientes presentan mayor similitud con las de los pacientes de IMC menor a 18.5 que con las de aquéllos de IMC mayor a 20. Para el cálculo del IMC, se registró el peso y la talla de los participantes en el LAR el mismo día en que entregaron la muestra de semen. La distribución de los 4876 pacientes fue la siguiente: 0.9% de bajo peso, 27.5% de peso normal, 51.2% con sobrepeso, 19.2% obesos y 1.2% obesos mórbidos. Las variables consideradas en el espermograma incluyeron: volumen seminal, concentración espermática, recuento espermático total, motilidad, viabilidad, resistencia al shock hipoosmótico, morfología, maduración nuclear y niveles seminales de fructosa, ácido cítrico y NAG. En un primer momento se realizó un análisis de regresión multivariado, utilizando como variables regresoras independientes al IMC, la edad y los días de abstinencia sexual. Dicho análisis mostró la existencia de una asociación inversa y significativa entre el IMC y el volumen seminal (r=-0.01; p=0.0147), el recuento espermático (r=-1.33; p=0.0052), la motilidad (r=-0.18; p=0.0074), la viabilidad (expresada como % de espermatozoides muertos r=0.09; p=0.0249), la morfología (expresada como % de espermatozoides morfológicamente normales r=-0.07; p