IDH   23901
INSTITUTO DE HUMANIDADES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Discusiones en torno a la interpretación de las producciones artísticas. El arte cinematográfico desde una perspectiva de la intencionalidad derivada
Autor/es:
MALENA LEÓN
Lugar:
Santa Fe
Reunión:
Encuentro; I Encuentro de Cine y Filosofía; 2017
Institución organizadora:
Universidad Nacional del Litoral
Resumen:
Esta ponencia se enmarca en un proyecto que intenta explicar los productos culturales creativos, en general, y los cinematográficos, en particular, desde una perspectiva naturalista en filosofía de la mente. Dennett (1987), uno de los filósofos que encaró el proyecto de explicar la mente humana y sus productos desde una perspectiva naturalista no reduccionista, asignó especial relevancia a la discusión filosófica sobre la naturaleza de la ?intencionalidad? (una noción medieval reintroducida por Brentano, 1874), entendida como la propiedad distintiva de ciertos fenómenos que consiste en ser acerca de o estar dirigidos a o representar otras cosas: estados mentales, expresiones lingüísticas, comportamientos y entidades (cuadros, libros, artefactos, etc.) manifiestan ese rasgo en algún grado. Brentano había enfatizado, sin embargo, que la intencionalidad era la marca distintiva e irreductible de los fenómenos mentales, sentando las bases de un enfoque no naturalista con muchos antecedentes en la tradición filosófica clásica y moderna. Dennett propuso debatir los fundamentos de la distinción, implícita (e intuitiva) en la tradición clásica, entre la ?intencionalidad intrínseca?, exclusiva de las mentes humanas, y la ?intencionalidad derivada?, propia de los artefactos que hemos construido y que sólo poseen intencionalidad porque nosotros se la hemos otorgado. Desde su perspectiva, dicha distinción no puede sustentarse, dado que toda forma de intencionalidad es derivada.Ahora bien, este interesante debate se ha pensado paradigmáticamente desde un análisis de las implicancias que tiene a la hora de pensar las mentes humanas -es decir, aquello que se ha entendido como poseyendo intencionalidad intrínseca-, dejándose de lado de manera injustificada las consecuencias que el mismo tiene a la hora de re-pensar lo que se entendía como derivado de la intencionalidad intrínseca: los productos culturales. Uno de los pocos que ha mencionado esta conexión es el mismo Dennett (1990), al señalar que las posturas hermenéuticas que sostienen que el sentido del texto está dado por la intención del autor tienen como supuesto último la idea de que en la mente del autor hay un hecho profundo último que determina el verdadero significado del texto (manteniendo así una perspectiva de la intencionalidad intrínseca).Podría pensarse, entonces, que la perspectiva más acorde para descifrar el sentido de las obras desde una postura compatible con la de la intencionalidad derivada es aquella que se centra en los productos mismos, dejando de lado las consideraciones acerca de los procesos que dieron lugar a ellas. Sin embargo, discusiones recientes en filosofía de la creatividad han señalado que un aspecto muy importante a la hora de valorar obras creativas es la consideración de su proceso producción, señalando que una parte esencial de nuestro modo de encontrarnos con ellas tiene que ver con que sabemos que alguien las produjo (y no son un resultado completamente accidental). En ese sentido, Davies (2009) señala que, para entender a un proceso como creativo, no sólo tenemos que considerar que sus productos son originales y valiosos, sino que además debemos atribuírselos a la agencia intencional e imaginativa de alguien. Así, parece que no sería deseable dejar completamente de lado la consideración de la agencia intencional que se encuentra detrás de las obras de arte a la hora de analizarlas.Considero que el cine constituye un terreno particularmente interesante para analizar a las obras creativas desde una perspectiva de la intencionalidad derivada. Por una parte, es una de las manifestaciones artísticas en las que la idea de intención del autor se ve cuestionada por el hecho de que, en general, se trata de un trabajo esencialmente grupal, por lo que Gaut (2010) lo entiende como una ?forma de arte colaborativa?. Por otra parte, dado que muchos de los dispositivos que intervienen en su elaboración contienen elementos que captan de una forma mecánica ciertos aspectos de la realidad, su relación con la misma adquiere características particulares en comparación con otras formas artísticas, por lo que ha sido entendida, como un arte de los accidentes controlados (Deren, 1960). Así, se trata de un fenómeno en el que las intenciones se ven, en alguna medida deflacionadas, al tiempo que no se trata, en lo más mínimo, de obras artísticas con menos sentido que otras.Entre las posturas que han intentado sostener que es la intención del artista lo que determina el significado de las obras (?intencionalismo?) encontramos una variante clásica, de la que Bratman (1999) constituye el mejor caso para pensar artes cooperativas como el cine, y una variante en la que la explicación está dada a partir de las intenciones hipotéticas (Currie, 1995). Gaut (2010) presenta críticas contundentes a ambas versiones. Sin embargo, considero que sus críticas al intencionalismo hipotético están sustentadas en argumentos que suponen una idea de intencionalidad intrínseca que aquí se pretende abandonar. Luego de mostrar este punto, defenderé que una perspectiva de la intencionalidad hipotética apoyada en una perspectiva de la intencionalidad derivada (que implica una reformulación de la propuesta de Currie) es un ámbito fértil para pensar las artes cinematográficas. Uno de los principales fenómenos con lo que pretendo ilustrarlo es a partir de casos paradigmáticos en los que los críticos de cine brindan una interpretación mucho más iluminadora de los films que los directores mismos.