IDH   23901
INSTITUTO DE HUMANIDADES
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
De Spengler a Nietzsche: la metamorfosis de un apolítico
Autor/es:
SERGIO SÁNCHEZ
Revista:
BOLETÍN del Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria
Editorial:
Centro de Estudios de Lietratura Argentina
Referencias:
Lugar: Rosario; Año: 2017 p. 87 - 99
ISSN:
1853-9394
Resumen:
Enla historia de la filosofía contemporánea,La decadencia de Occidente, de Oswald Spengler aparece como una de lasrespuestas más emblemáticas a la crisis filosófica, ética y político-culturalque se abatió sobre la Europa del final de la Gran Guerra. Cuando en 1918 viola luz el primer volumen de esta obra, Thomas Mann, el autor de las Consideraciones de un apolíticoaparecidas el mismo año, fue enfático en su valoración positiva: en aquellaspáginas apocalípticas encontraba una confirmación de sus propias tesis sobre elirreductible y candente conflicto entre Kultury Zivilisation. Se tiene la medida decuánto lo impactó esta obra cuando al leer los Tagebücher se comprueba que no dudó en comparar su lectura con laexperiencia de su descubrimiento de Elmundo como voluntad y representación, que para el joven Mann representó unaprofunda instancia de Bildungserlebnis. Pero estafascinación duró poco. Su valoración de Ladecadencia de Occidente sufrió pronto el mismo drástico giro que su propiarelación con la cultura y la política, que pasó de su actitud de altivadiscrepancia frente a la experiencia democrática a su adhesión a la Repúblicade Weimar a la que el nacionalsocialismo pondría fin en 1933. Así, en 1922, lapublicación del segundo volumen de la obra spengleriana, en el que se profetizael advenimiento de un nuevo cesarismo, encuentra sólo hostilidad y rechazo desu parte. Mann se encuentra en el momento más álgido de su conversión políticarepublicana, inmerso en la redacción del célebre Discurso sobre la República alemana, que sancionará su despedida definitivade las tesis reaccionarias de las Consideraciones.Su necesidad de marcar nítidamente sus diferencias con la obra de Spengler diolugar entonces a diversas páginas críticas; entre ellas el importante ensayo en inglés que aparecería eseaño en la Revista estadounidense TheDial, que será objeto de nuestro análisis. La figura de Nietzsche sobrevuela este texto como referente clavede sus consideraciones críticas. Por este motivo nos interesa analizarlo condetalle, en procura de mostrar cuán decisiva es la presencia, no siempreexplícita, del autor de Humano, demasiadohumano para la comprensión acabada del juicio de Mann contra Spengler.Creemosque sólo si se identifican los textos de Nietzsche aludidos por el escritor (ypuestos como parámetro y polo de comparación) en su rechazo de la obra deSpengler, cabe asir el pleno sentido de la crítica radical de Mann a la Decadencia de Occidente. No sólo esto.Se hace patente también una determinada manera de ejercer la lectura crítica deobras filosóficas y/o literarias, que plantea de por sí una fuerte colaboraciónentre competencias filosóficas y literarias.Enefecto, Mann practica una lectura de la obra equiparable a la vivisecciónpsicológica que Nietzsche aprendiera de sus apreciados psicólogos franceses(sobre todo Bourget, pero también Stendhal, Taine, Flaubert) y que aplicó aWagner y los autores de la décadenceparisina. Así, lo que está en el centro de la atención para Mann, no esinicialmente el conjunto de tesis filosóficas sentadas por Spengler, sino el pathos o el carácter general que animala obra. Mann subraya su fuerte fatalismo y el hecho de que la descripción spengleriana del estado de cosas que llama ?decadencia?no trasunta -en el tono, en el aliento de su estilo, que se quiere científicohasta la anulación de toda ?injerencia del corazón? ? ningún auténticocompromiso con la real gravedad de la materia que trata. Pone elénfasis en la ausencia de amor de la empresa spengleriana y el término decomparación es el amor fatinietzscheano; vale decir, la expresión ?natural? de la afirmación que dice sí inclusoa lo más sombrío y problemático de la existencia. Sin esta dimensiónafirmativa, el fatalismo de Spengler se revela como expresión sombría de unaprofunda hostilidad hacia el futuro en la clausura de todo horizonte en lo yasido y la consecuente exclusión de la esencial contingencia que define ?elfactor humano? en el humanismo manniano que por estas épocas comienza aafianzarse sobre una base marcadamente universalista y democrática. En estaóptica humanista, inscripta de lleno en la tradición que va de Goethe ySchopenhauer a Nietzsche, Thomas Mann desnuda el profetismo glacial de Spenglercomo sombrío y duro conservadurismo, enemigo del universalismo de laIlustración y expresión final de una actitud frente a la realidad de lo humanoy el propio compromiso con el intelecto, que se define como snobismo.Enel balance crítico de La decadencia por parte de Mann, Spengler es un imitadorde Nietzsche. Pero precisamente en este rasgo suyo, en cómo practica suimposible nietzscheanismo, se le hace patente la distancia insalvable entre elautor de Humano, demasiado humano yel filósofo de Blunkenburg. Todo esto sólo se vuelve plenamente comprensible ala luz de un texto fuente nietzscheano, no mencionado en el ensayo delescritor, en el que el filósofo ha presentado su más alta caracterización delhombre de conocimiento, el pensador de lo humano, a partir de la más alta formade afirmación y compromiso con la humanidad, que no es sino una forma de amor.Nuestrotrabajo identifica este texto fuente en un capítulo de Así habló Zarathustra y justifica la necesidad imprescindible derecurrir a él para disponer de una comprensión acabada de la crítica mannianade la obra de Spengler. También destacamos, en los límites en que el tiempo delectura nos lo permite, las fuertes afinidades de la crítica del escritoralemán y otro ?gran europeo? de la hora, amigo y corresponsal suyo: BenedettoCroce.