La fitomedicina como tema estratégico y el estudio de nuestra flora autóctona.

HAPON MB; GAMARRA LUQUES C

Mendoza

Congreso; I Congreso Interuniversitario I+D+i Mendoza.; 2021

Universidades acreditadas de la Provincia de Mendoza

Durante los últimos años, la fitomedicina como tema de investigación ha presentado un auge sin precedentes. Este aumento en el interés en la fitomedicina no solo responde a una demanda global por parte de los sistemas de salud y de los pacientes que lo conforman; sino también, a nivel nacional, a la irrupción de la fitomedicina dentro de los considerados ?temas estratégicos?. De esta manera, desde la difusión del ?Plan Argentina Innovadora 2020?, elaborado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (Presidencia de la Nación), este tema estratégico ha sido adoptado por las principales fuentes de financiamiento nacionales, tales como, el CONICET, la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y el Instituto Nacional de Cáncer, entre otros. Con la hipótesis de que la difusión de conceptos directamente relacionados a la fitomedicina favorecerá la elaboración de nuevos proyectos regionales y multidisciplinarios de interés científico, tecnológico y económico; el objetivo general de este trabajo es presentar el marco teórico y las futuras perspectivas del estudio de las plantas autóctonas de la Provincia de Mendoza.Es correcto y ampliamente aceptado definir a la fitomedicina como el uso de plantas o sustancias vegetales con fines medicinales. Este concepto coincide en 100% con la definición de fitoterapia, considerada como la ciencia que estudia la utilización de productos de origen vegetal con una finalidad terapéutica; ya sea para prevenir, atenuar o curar un proceso patológico. En la actualidad, esta rama de la ciencia reconoce como principal precursora a la etnomedicina y los sistemas de medicina tradicional, definidos como el conjunto de saberes que, trasmitidos de forma tradicional, se utilizan para la prevención y la curación de enfermedades. En función de estas definiciones, resulta claro entender el por qué, los sistemas de medicina tradicional que más aplicaron el uso de plantas terapéuticas (como por ejemplo los sistemas de medicina china o hindú), representan los principales antecedentes para el desarrollo de investigaciones científicas en fitomedicina.En relación a los productos derivados de plantas que son de interés en fitomedicina, debemos considerar su clasificación dentro de 3 grupos: fitoquímicos, nutracéuticos y compuestos botánicos. Los fitoquímicos son los compuestos químicos derivados de las plantas y que no incluyen las vitaminas ni los minerales. Por su parte, los nutracéuticos son los principios activos beneficiosos para la salud que se hallan presentes en los alimentos vegetales. Por último, los compuestos botánicos que son los preparados derivados de plantas no comestibles, generalmente incluyen extractos, tinturas y triturados de diferentes partes de las plantas (raíces, hojas, flores). A su vez, cualquiera de estos 3 derivados vegetales, puede dar origen al desarrollo de un fitofármaco, que representa el medicamento obtenido a partir del compuesto vegetal, estandarizado y en cumplimiento de la normativa legal correspondiente. En Mendoza, se han descripto más de quinientas especies de plantas autóctonas para las cuales la medicina folklórica describe distintos usos en el cuidado y preservación de la salud. Su estudio científico, aún es escaso y se realiza de manera aislada. Resulta necesario el esfuerzo conjunto de botánicos, farmacólogos, químicos, farmacobotánicos, bioquímicos, farmacéuticos y profesionales de la salud con el objetivo común de estudiar científicamente las propiedades medicinales de la flora nativa en función del desarrollo de nuevos fitofármacos.En la situación actual, más que nunca, es imperioso que el sistema científico aporte herramientas no sólo para el cuidado de la salud; sino también, para el desarrollo tecnológico y económico. Desde esta perspectiva, promovemos y convocamos a la elaboración de proyectos multidisciplinarios de investigación; mediante los cuales, utilizando las capacidades instaladas en los distintos institutos y facultades, se impulse el desarrollo de fitofármacos basados en la utilización de la flora autóctona.