INVESTIGADORES
PAEZ Gerardo Nestor
congresos y reuniones científicas
Título:
Vulcanismo pre, sin y post-mineral en el Distrito Epitermal Cerro Negro (Au-Ag), Macizo del Deseado, Provincia de Santa Cruz
Autor/es:
PERMUY VIDAL, C.; PAEZ, G.N.; GUIDO, D.M.; JOVIC, S.M.; RUIZ, R.
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina
Resumen:
El Distrito Cerro Negro se ubica en el sector noroccidental del Macizo del Deseado (Provincia de Santa Cruz, Argentina), y es actualmente uno de los prospectos epitermales más grandes del mundo (Shatwell et al., 2011). Hacia finales del año 2012, contaba con reservas probadas y probables que sumaban unas 6,7 Moz de oro equivalente (www.goldcorp.com). El Macizo del Deseado es una provincia geológica que abarca una superficie de unos 60.000 km2 que durante el Jurásico medio a superior fue afectada por un mega-evento volcánico, generando el Complejo Volcánico Bahía Laura (CVBL, Guido, 2004). La geología del Distrito Cerro Negro está compuesta por una secuencia volcánica jurásica representada por el CVBL, que apoya sobre un basamento metamórfico no aflorante. Las unidades jurásicas se encuentran parcialmente cubiertas por depósitos post-Jurásicos integrados por los basaltos de la Formación Cerro del Doce (Eoceno) y por depósitos glacifluviales de edad Pleistocena-Holocena (Lopez, 2006). El presente trabajo se centra en la caracterización y el estudio de la secuencia volcánica observada en el sector oeste del distrito Cerro Negro y su relación con las mineralizaciones de Au-Ag presentes en el depósito (Sistemas Mariana - San Marcos y Eureka; Shatwell et al., 2011). La secuencia volcánica del sector estudiado se inicia con un paquete denominado Andesitas Inferiores (Figura 1a y 1b), se trata de una sucesión de coladas lávicas andesíticas con depósitos autoclásticos asociados. Esta unidad es la principal roca de caja de las mineralizaciones del sistema Mariana-San Marcos. Cubriendo a estas andesitas se encuentra la Ignimbrita Eureka Inferior (Figura 1a), de composición andesítica/dacítica (Figura 1b), y desarrollada mayormente en el centro del área de estudio. Se trata de una serie de depósitos de flujo piroclásticos moderadamente soldados y de aspecto masivo, entre los que se desarrollan algunos niveles de surge. Por arriba de esta ignimbrita se observa un paquete denominado Andesitas Intermedias (Figura 1a), aflorantes mayormente hacia el oeste del área; caracterizadas por lavas andesíticas (Figura 1b) masivas a bandeadas que constituyen parte de las rocas de caja de la veta Eureka. Intruyendo a la secuencia descripta anteriormente, se destaca un conjunto de cuerpos subvolcánicos someros, que también forman parte de las rocas de caja de la veta Eureka. Estos cuerpos están representados por una serie de Pórfidos Andesíticos (Figura 1a y b), que son cortados e intruídos posteriormente por un cuerpo denominado Pórfido Dacítico (Figura 1a y 1b). Por arriba de estas unidades, se reconoce un conjunto de afloramientos discontinuos de coladas de poco espesor que fueron agrupados bajo la denominación de Andesitas superiores (Figura 1a y b).Cubriendo a la secuencia descripta, se observa una ignimbritafeno-dacítica denominada Ignimbrita Eureka Superior (Figura 1a); esta unidad está formada por un paquete donde alternan niveles caracterizados por variaciones en el grado de soldamiento. Con posterioridad, se registra una importante discordancia erosiva, que afectando a los depósitos anteriormente descriptos como a las mineralizaciones asociadas (Figura 1a), como es el caso puntual del sector norte de la Veta Eureka (Shatwell et al., 2011). Inmediatamente por arriba de esta discordancia se reconocen una serie de depósitos de Tobas y Tufitas, vinculados al desarrollo de sistemas fluviales y lacustres con influencia piroclástica, entre los que se distinguen extensos depósitos de hot-spring (Guido y Campbell, 2012). Por encima, aflora un conjunto de depósitos piroclásticos de flujo agrupados bajo la denominación de Igimbritas Superiores (Figura 1a).Esta unidad se compone de ignimbritas fuertemente soldadas, de composición riolítica (Figura 1b), que se extienden fuera del área de estudio. Finalmente, y coronando a la secuencia Jurásica, se desarrolla un conjunto de Lavas Riolíticas (Figura 1a y 1b) que se presentan cubriendo e intruyendo a las unidades previas en forma de domos, coladas y diques. En función de las observaciones realizadas, el vulcanismo del área de estudio puede ser dividido en dos ciclos temporal y composicionalmente diferenciables. La Sección Inferior agrupa rocas genéticamente relacionadas a través de una línea evolutiva co-magmática (Figura 1b, la flecha gris indica la tendencia evolutiva), de composiciones mayormente intermedias (andesíticas a dacíticas). Este paquete está compuesto por una intercalación de lavas y niveles piroclásticos de flujo de composiciones andesíticas a dacíticas. Por último, hacia las partes terminales se reconoce un conjunto de cuerpos intrusivos subvolcánicos de similares composiciones. Las características reportadas para este ciclo volcánico, permiten interpretarlo preliminarmente como relacionado a un aparato volcánico de naturaleza poligenética y posiblemente de larga vida (>3 Ma, Lopez, 2006). Por otra parte, la Sección Superior está caracterizada por una secuencia mayormente ácida, sin una relación co-magmática con las unidades previas (Figura 1b). Esta secuencia está formada por ignimbritas y domos extrusivos de composiciones riolíticas. Esta parte de la sección marca una declinación en la frecuencia del vulcanismo, que se desarrolla de manera más episódica y relacionada a la evolución de complejos de domos, relacionados a un vulcanismo de naturaleza mayormente monogenético. La presencia de una importante discordancia separando ambos ciclos volcánicos (Figura 1a) conjuntamente con el desarrollo de extensos niveles retrabajados (Tobas y Tufitas), estaría marcando una importante pausa en el vulcanismo hacia el final de la evolución de la Sección Inferior. De esta manera, y basados en las relaciones de campo observadas entre las mineralizaciones y las unidades volcánicas, se puede concluir que el hidrotermalismo responsable de las mineralizaciones de alta ley de Au-Ag (Sistemas Mariana- San Marcos y Eureka) se inició en estrecha vinculación con las etapas terminales del vulcanismo andesítico/dacítico de la Sección Inferior (vinculado posiblemente a los cuerpos subvolcánicos más jóvenes). Esta actividad hidrotermal se habría prolongado también durante el intervalo de tiempo representado por la discordancia y los depósitos de Tobas y Tufitas, y habría finalizado con anterioridad al inicio del ciclo volcánico riolítico, representado por la Sección Superior de la secuencia, que por este motivo es considerado post-mineral (Figura 1). La presencia de unidades post-minerales riolíticas (pertenecientes a la Formación Chon Aike, CVBL) sumadas a la vinculación genética entre las mineralizaciones de alta ley de Au-Ag y el vulcanismo andesítico (asignable a la Formación Bajo Pobre, CVBL), hacen del Distrito Cerro Negro un caso atípico dentro del espectro de depósitos epitermales definido para el Macizo del Deseado. De esta manera, las observaciones presentadas son de importancia como herramienta de exploración en otros sectores del Macizo del Deseado, ya que depósitos de alta ley podrían estar ocultos debajo de unidades jurásicas post-minerales.