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Como parte de una investigación etnográfica en curso sobre violencias y escuelas desde la perspectiva de los estudiantes, se presenta una aproximación de la vivencia cotidiana de la ?disciplina en la escuela?, interpretándola desde aquel curriculum formal y de los objetivos escolares que la implican. De una serie de relatos recabados en entrevistas informales a un grupo de jóvenes escolarizados reconstruimos las prácticas de disciplina vívidas durante su paso por la escuela primaria.Aunque los estudios de lo ?no documentado? del hacer educativo colaboraron con la explosión de saberes y la intromisión multidisciplinar que han empobrecido el desarrollo teórico de los estudios del currículo (v. Díaz Barriga, op. cit.; Feeney, op. cit.), consideramos necesario reivindicar la reflexión de lo cotidiano como modo de desnaturalizar ?lo dado?, de desvelar su naturaleza reguladora (v. Gimeno Sacristán, 2010). Se partirá de las experiencias para preguntarnos por las relaciones entre las prácticas que hacen al orden escolar, sus significados y las inscripciones del curriculum en las vivencias de esto/as estudiantes de barrios periféricos de San Miguel de Tucumán. Adoptar el enfoque elegido no ignora que lo que ?es? el currículo depende de la forma en que ha sido definido por distintos autores y teorías (Silva, 1999), en un campo que fue conformándose tanto en lo teórico como en lo práctico (Feeney, 2014), por lo que dar cuenta de lo ?vívido? es apenas una perspectiva de un abordaje más amplio que necesariamente dejará abierto el debate.No obstante, lo que nos moviliza es el reconocimiento epistemológico de mirar la cultura escolar de los más desfavorecidos desde adentro, con el afán de seguir investigando qué significa para los niños de las clases populares su paso por la primaria (Rockwell, 1995). Finalizamos con una reflexión acerca de las distancias entre las prácticas y las referencias de una necesaria instauración de justicia curricular (Conell, 1997).