Normativa Energética + Certificación Energética = Hábitat Energéticamente Consciente.

GANEM, CAROLINA; COCH, HELENA

Barcelona

Congreso; 5º Congreso Internacional Ciudad y Territorio Virtual: Estrategias de transformación y gestión de la ciudad; perspectivas y nuevas tecnologías - 5CTV Barcelona 2009; 2009

Universidad Politécnica de Cataluña

Los principales mecanismos para articular la participación de los actores de la sociedad involucrados en la producción del hábitat son: la normativa energética y la certificación energética. La regulación energética debe tener como objetivo de establecer y limitar el valor superior de consumo energético para un edificio. El éxito de la regulación energética en el logro del control en el consumo de energía en el sector edilicio estará asociado en gran medida al indicador que se utilice para valorar el comportamiento edilicio y a la herramienta que se promueva para calcularlo. Generalmente la normativa edilicia vigente establece requisitos mínimos que deben cumplir los materiales de construcción en relación con la zona climática (por ejemplo Norma IRAM serie 11600 para Argentina y Norma NBE CT79 para España). Sin embargo, esto no asegura que el consumo sea eficiente debido a otros aspectos involucrados en la construcción, como por ejemplo, la orientación, la forma, la relación entre elementos opacos y trasparentes de la envolvente, la cantidad de masa involucrada y su distribución, etc. Por lo tanto es imprescindible comprender la importancia del espíritu de la norma, y de allí la importancia de regular valores máximos de consumo, en lugar de valores mínimos implicados en un aspecto de la construcción. En ausencia de otro mecanismo, la normativa debería ser obligatoria ya que es el único control en relación con el consumo energético en el sector edilicio, lo que implica una gran responsabilidad. La misma sienta las bases para el consumo energético en el sector edilicio, por lo que deben cuantificarse en forma clara sus implicaciones a nivel nacional y a nivel de los usuarios. La certificación energética es principalmente un mecanismo de mercado cuyo objetivo principal es promover una mayor eficiencia energética que la prevista en la normativa. Para esto es imprescindible establecer un sistema que permita la comparación entre casos en un marco de referencia común que consienta una valoración objetiva de los mismos en una escala de categorías. El objetivo de este trabajo es analizar las posibles relaciones entre la normativa energética y la certificación energética explicando las ventajas de entender a la última como continuación de la primera y los aportes que ámbas pueden hacer al logro de un hábitat energéticamente consciente.