INVESTIGADORES
SOLER BISTUE Maximiliano Augusto
congresos y reuniones científicas
Título:
"Lucrecia, ¿qué sientes, amiga? ¿Tórnaste loca de placer?" - Lucrecia como lector modelo en La Celestina
Autor/es:
SOLER BISTUÉ, MAXIMILIANO AUGUSTO
Lugar:
Madrid - Alcalá de Henares
Reunión:
Congreso; Congreso Internacional de Estudios Medievales Hispánicos en Homenaje a J. Snow; 2021
Institución organizadora:
Universidad Complutense de Madrid - Universidad de Alcalá de Henares - Biblioteca Nacional de España
Resumen:
Dentro del inagotable mundo celestinesco, el personaje de Lucrecia suele quedar eclipsado por los protagonistas de la Tragicomedia. A partir de las primeras notas de María Rosa Lida y las tesis de maestría de Katherine Eaton (1973) y luego de Gloria Echeverría (1989) el interés por este personaje menor ha ido en aumento. Inicialmente identificada con la figura del servus fallax (los ?malos y lisonjeros sirvientes? de los que se advierte en el prólogo [Okamura 1991: 61 y 62]), los rasgos propios de Lucrecia suelen desdibujarse o perderse de vista entre el estereotipo, su carácter secundario, su función dentro del didactismo que orienta el texto y el rol de coro que desempaña en más de una oportunidad (Martínez Torrejón 2005; Snow 2018: 22). Ahora bien, la configuración del personaje de Lucrecia (como la de tantos otros personajes y tópicos en Celestina) excede los moldes de la tradición. El trabajo que presentamos en esta oportunidad se propone describir el complejo proceso según el cual Lucrecia no solo ?presta voz a los sentimientos del espectador? (Martínez Torrejón 2005: 185) sino que ofrece un punto de vista y una interpretación de los acontecimientos a medida que se despliega la trama. En este sentido, Lucrecia se constituye en una figura de lector en el texto de la Tragicomedia, no en el sentido apuntado por Deyermond (2008), sino como una proyección del lector o espectador en el mundo de la ficción. Lucrecia comparte rasgos específicos y muy concretos con el público lector: su muda presencia en casi cada escena de la obra, el juicio entre dientes sobre lo que ocurre ante sus ojos y el rumor constante, y la inquietud emocional que experimenta desde su lugar de testigo. Lucrecia rompe el rígido molde del personaje de la ancilla y del estereotipo social de manera notoria en el procaz acercamiento a Calisto en el auto XIX, único acto de deseo verdaderamente escandaloso en todo el texto ya que se atreve a transgredir los límites de clase y los roles asignados a cada sujeto social. Lo sugerente y específico de Celestina es que la asignación de un sentido se lleve a cabo a través de un personaje subalterno y de baja condición, fenómeno que da cuenta de un cambio en el régimen de sensibilidad en el ocaso de la Edad Media.