Ciudades inventadas posonettianas: Saer, Faciolince, Hamed

MAXIMILIANO LINARES

Rosario

Congreso; III Congreso Internacional "Cuestiones críticas"; 2013

Centro de Estudios en Literatura Argentina, Maestría en Literatura Argentina y el Centro de Estudios de Teoría y Crítica Literaria de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Rosario

Presentamos en este trabajo un análisis de la incidencia en algunos autores de la lit. latinoamericana, deliberada o no, explícita o implícita, del núcleo de la ficción-Onetti: la invención de ciudad, en este caso: Santa María es la ciudad imaginaria que surge en su novela de 1950 La vida breve. El énfasis de la fecha es fundamental: la ciudad de Santa María precede a las ciudades inventadas más emblemáticas de la ficción latinoamericana: la Santa Mónica de los Venados de Alejo Carpentier de 1953, la Comala de Juan Rulfo de 1955, la Macondo de Gabriel García Márquez de 1967, la Coronel Vallejos de Manuel Puig de 1968. Si, por un lado, todas ellas están moldeadas (incluso y sobre todo la de Onetti) por la invención de Yoknapatawpha de William Faulkner (y en el palimpsesto de la tradición literaria, detrás de este aparecen Balzac y Zolá), por otro lado, en la tradición narrativa latinoamericana Santa María adquiere una dimensión de indiscutible precursoría, no solamente por ser la primera en orden de aparición sino porque muchos narradores reconocen su efectiva precedencia y no menos llamativa anticipación a otras. Autores como Juan José Saer, Héctor Abad Faciolince y el uruguayo Amir Hamed conjugan la estructuración de sus espacios narrativos con la invención de ciudad posonettiana.