INVESTIGADORES
TRIPALDI Alfonsina
congresos y reuniones científicas
Título:
Sedimentación eólica en ambientes semiáridos durante el Holoceno en la Pampa seca (provincia de San Luis, Argentina)
Autor/es:
TRIPALDI, ALFONSINA; FORMAN, STEVEN L.; CICCIOLI, PATRICIA L.
Lugar:
Puerto Madryn
Reunión:
Congreso; XIV Reunión Argentina de Sedimentología; 2014
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Sedimentología
Resumen:
La
región central de Argentina (~32˚S-39˚S), del piedemonte andino a la región
pampeana, se caracteriza por una profusa cubierta de sedimentos de origen
eólico que en numerosas áreas conforma campos de dunas de variadas dimensiones
y morfologías. Estos depósitos presentan una variación granulométrica, pasando
de mantos loéssicos en el este a facies arenosas hacia el oeste, estas últimas
interpretadas como parte de una gran sistema eólico denominado Mar de Arena
Pampeano (Iriondo y Kröhling, 1995), y formado por varias unidades eólicas
diferenciadas por el tipo de depósito, morfología y contexto
geológico-estructural (Zárate y Tripaldi, 2012). Este sistema eólico fue activo
durante el último ciclo glacial, con potencialmente mayores episodios de
acumulación durante el Pleistoceno tardío, ~35-11 ka (Iriondo y Kröhling, 1995;
Tripaldi y Forman, 2007; Tripaldi et al., 2011), mientras que los mantos de
loess se remontan al Mioceno tardío, con varios pulsos de sedimentación y
pedogénesis (Zárate, 2007). En lo que se refiere al Holoceno, estudios
recientes muestran que para estas latitudes la región pampeana occidental y el
piedemonte andino habrían tenido condiciones climáticas variables, con
episodios marcados de aridez. En este sentido, Mancini et al. (2005) hallaron
una expansión hacia el este de la vegetación de Monte, indicativa de
condiciones semiáridas (<450
mm de lluvias anuales), entre ~8-4 ka; Piovano et al.
(2009) reconocieron varios episodios de niveles bajos de la laguna Mar Chiquita
durante el Holoceno; Rojo et al. (2012) interpretaron la predominancia de
vegetación xerófila asociada a la laguna del Bebedero entre ~3-0,3 ka; mientras
que Mehl et al. (2012) infirieron sedimentación eólica en un sector del valle Utracán-Argentino
entre 5,8-4,3 ka. Concomitantemente, el registro arqueológico en el piedemonte
andino presenta una baja densidad de ocupación y discontinuidades en el
registro entre ~7,5-4 ka, que podrían relacionarse a condiciones ambientales de
mayor aridez (Gil y Neme, 2010). Los registros sedimentarios del campo de dunas
del sur de la provincia de San Luis (Fig. 1a) también muestran evidencias de aridez
durante el Holoceno. El relevamiento sedimentológico, acompañado por dataciones
OSL (luminiscencia ópticamente estimulada), de perfiles estratigráficos
ubicados en variados contextos geomorfológicos del mencionado campo de dunas (Fig.
1b) permitió reconocer once localidades con facies de manto eólico acumuladas
durante el Holoceno, que sugieren una cubierta de vegetación mucho menor que la
actual para permitir la sedimentación a partir de procesos eólicos de
saltación. Así por ejemplo, en la sección Miguel, asociada a una duna
parabólica compleja al sur del río Quinto, se reconocieron ~5,5 m de arenas
finas, bien seleccionadas, donde los ~3,7 m inferiores (unidad 2 en Fig. 1c)
presentan laminación horizontal y entrecruzada de muy bajo ángulo. Estas arenas
eólicas cubren un paleosuelo (horizonte BCkb) desarrollado también sobre
depósitos arenosos eólicos, datados en ~17,1 ka, mientras que la unidad 2
indica sedimentación en un manto eólico entre ~11,5-0,8 ka. Adyacente al río
Quinto (sitio río Quinto en Fig. 1b) se relevaron tres secciones que muestran registros
semejantes en litología y edad; una de ellas resulta en ~5,5 m de arenas muy
finas, con laminación difusa horizontal y entrecruzada de muy bajo ángulo
(unidad 1 en sección Quinto river overlook). Estas facies de manto eólico
fueron datadas en ~12,3-1,1 ka y cubren un paleosuelo bien desarrollado
(horizonte Btkb). En sectores distales del campo de dunas, sobre una planicie
de muy baja pendiente (<1°) al norte del río Quinto, se registraron
depósitos eólicos de arenas limosas masivas, depositadas entre ~10,3-1,9 ka
(unidad 2 en Fig. 1c). Las petrografía y geoquímica de estas arenas eólicas
resultan semejantes a las de las facies eólicas del Pleistoceno tardío (Tripaldi
et al., 2010) por lo que se interpreta que la sedimentación holocena se
desarrolló principalmente por la reactivación de la cubierta eólica previa,
provocada por una disminución de la cubierta de vegetación. Distintos estudios
señalan que cuando la vegetación se reduce por debajo de un umbral del ~30%, en
respuesta a un decrecimiento de la humedad efectiva u otra perturbación del
ambiente (ej. sobrepastoreo), los depósitos arenosos quedan suficientemente
expuestos para el arrastre eólico (Pye y Tsoar, 2009, y referencias allí
citadas). La persistencia de ambientes semiáridos en el oeste de Argentina
durante el Holoceno, indicada por varios registros proxy, podría reflejar
temperaturas superficiales del océano (SST) cálidas en el océano Atlántico subecuatorial
occidental (Doyle y Barrios, 2008) y una respuesta contraria, con mayores
precipitaciones, en la región sudoriental de Brasil (ej. registro de
espeleotemas en la cueva Botuverá; Wang et al., 2006).