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El deterioro de los recursos naturales impactó fuertemente en la actividad productiva de la región patagónica. En Chubut en la década de 1970 existían alrededor de 6 millones de cabezas mientras que en 1998 las existencias apenas alcanzaban a 3,2 millones (Escobar, 1997). La erosión eólica deteriora además el valor de las lanas ya que incorpora tierra en los vellones ovinos. Se calcula que a la esquila la mitad de peso de vellón es tierra. Esta situación se agrava donde existen serios problemas de erosión. Todo ello encarece los costos de esquila, transporte y lavado de nuestras lanas. Las ciudades y los pueblos de la Provincia sufren también las consecuencias de la erosión. Localidades como Río Mayo, Lago Blanco o Gualjaina sufren recurrentemente la acción de tormentas de tierra. La desertificación impacta directamente sobre el empleo y los movimientos migratorios. La disminución de las existencias ovinas se tradujo en la pérdida de 1200 puestos de trabajo directos y 120.000 jornales de trabajo temporarios por año. Esta situación actuó como desencadenante del despoblamiento rural la migración hacia las ciudades. En los diversos foros internacionales que se trata el tema de Medio Ambiente y Desarrollo se coincide que una actividad sustantiva es la observación sistemática del deterioro de los recursos naturales en las regiones propensas a desertificación y sequías y de los aspectos económicos y sociales de esos sistemas. Se admite en estos Foros además la insuficiencia de conocimiento sobre el alcance geográfico de los fenómenos, su evolución y sus procesos. Por tratarse los fenómenos estudiados con diferentes dinámicas, el estudio y la cartografía correspondiente involucran ciertas dificultades. En muchas zonas de Patagonia existen lugares de difícil acceso o escasa transitabilidad. Por consiguiente las metodologías que hacen uso intensivo de la teledetección resultan las más adecuadas para satisfacer los objetivos planteados en este trabajo. Las imágenes satelitarias, secuenciales y multiespectrales son un material excelente para la actualización a pequeña escala, así como para la clasificación de la gravedad y determinación de la superficie afectada por cada tipo de erosión. Recientemente nuestro país ha lanzado un nuevo satélite, el SAC C que nos permite la posibilidad de realizar estudios multitemporales dada la cobertura periódica de las imágenes, una misma cantidad de bandas espectrales y con similares condiciones de observación. En los diversos foros internacionales que se trata el tema de Medio Ambiente y Desarrollo se coincide que una actividad sustantiva es la observación sistemática del deterioro de los recursos naturales en las regiones propensas a desertificación y sequías y de los aspectos económicos y sociales de esos sistemas. Se admite en estos Foros además la insuficiencia de conocimiento sobre el alcance geográfico de los fenómenos, su evolución y sus procesos. Por tratarse los fenómenos estudiados con diferentes dinámicas, el estudio y la cartografía correspondiente involucran ciertas dificultades. En muchas zonas de Patagonia existen lugares de difícil acceso o escasa transitabilidad. Por consiguiente las metodologías que hacen uso intensivo de la teledetección resultan las más adecuadas para satisfacer los objetivos planteados en este trabajo. Las imágenes satelitarias, secuenciales y multiespectrales son un material excelente para la actualización a pequeña escala, así como para la clasificación de la gravedad y determinación de la superficie afectada por cada tipo de erosión. Recientemente nuestro país ha lanzado un nuevo satélite, el SAC C que nos permite la posibilidad de realizar estudios multitemporales dada la cobertura periódica de las imágenes, una misma cantidad de bandas espectrales y con similares condiciones de observación.

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