INVESTIGADORES
ROSTAGNO Cesar Mario
artículos
Título:
Efectos de la instalación de conductos subterráneos sobre algunas propiedades del suelo y la vegetación en el noreste de Patagonia, Argentina
Autor/es:
KOWALJOW, E. Y C.M. ROSTAGNO
Revista:
Ciencia del Suelo
Editorial:
ASOCIACIÓN ARGENTINA DE LA CIENCIA DEL SUELO
Referencias:
Año: 2008 vol. 26 p. 51 - 62
ISSN:
0326-3169
Resumen:
En este trabajo describimos el impacto del tendido de un gasoducto y de la reposición parcial del material removido, sobre algunas propiedades físicas y químicas del suelo y sobre la cobertura vegetal en tres sitios ecológicos del nordeste de Chubut. En cada sitio se identificaron 4 zonas diferentes: zona 1, faja desmontada y compactada por el tránsito de maquinaria pesada; zona 2, faja desmontada, con posterior reposición del suelo y la vegetación removidos; y otras dos zonas correspondientes a la estepa adyacente no disturbada: montículos asociados a arbustos y espacios entre montículos. Los mayores valores de densidad aparente se encontraron en los suelos de la zona 1 y en los del entremontículo (1,43 Mg m-3). La resistencia a la penetración fue significativamente mayor en las zonas 1 y 2, ambas zonas presentaron valores de resistencia a la penetración superiores a 1 MPa. La tasa de infiltración fue mucho mayor en el montículo (261 mm h-1) que en el resto de las zonas. La velocidad de infiltración de la zona 2 (85 mm h-1) fue mayor a la de la zona 1 (35 mm h-1) y el entremontículo (50 mm h-1). Los contenidos de carbono orgánico y nitrógeno de los suelos de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. zona 1 (35 mm h-1) y el entremontículo (50 mm h-1). Los contenidos de carbono orgánico y nitrógeno de los suelos de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. valores de resistencia a la penetración superiores a 1 MPa. La tasa de infiltración fue mucho mayor en el montículo (261 mm h-1) que en el resto de las zonas. La velocidad de infiltración de la zona 2 (85 mm h-1) fue mayor a la de la zona 1 (35 mm h-1) y el entremontículo (50 mm h-1). Los contenidos de carbono orgánico y nitrógeno de los suelos de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. zona 1 (35 mm h-1) y el entremontículo (50 mm h-1). Los contenidos de carbono orgánico y nitrógeno de los suelos de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. -3). La resistencia a la penetración fue significativamente mayor en las zonas 1 y 2, ambas zonas presentaron valores de resistencia a la penetración superiores a 1 MPa. La tasa de infiltración fue mucho mayor en el montículo (261 mm h-1) que en el resto de las zonas. La velocidad de infiltración de la zona 2 (85 mm h-1) fue mayor a la de la zona 1 (35 mm h-1) y el entremontículo (50 mm h-1). Los contenidos de carbono orgánico y nitrógeno de los suelos de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. zona 1 (35 mm h-1) y el entremontículo (50 mm h-1). Los contenidos de carbono orgánico y nitrógeno de los suelos de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. -1) que en el resto de las zonas. La velocidad de infiltración de la zona 2 (85 mm h-1) fue mayor a la de la zona 1 (35 mm h-1) y el entremontículo (50 mm h-1). Los contenidos de carbono orgánico y nitrógeno de los suelos de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja. -1) y el entremontículo (50 mm h-1). Los contenidos de carbono orgánico y nitrógeno de los suelos de las zonas 1 y 2 fueron similares a los del entremontículo y significativamente inferiores a los del montículo, excepto en la zona 2 de uno de los sitios ecológicos. La remoción de la vegetación y el suelo superficial, y el posterior tránsito de maquinaria pesada durante la instalación del gasoducto produjeron un fuerte impacto sobre las propiedades físicas del suelo. La mayor limitación de los suelos disturbados fue su baja capacidad para incorporar agua, derivada principalmente de su elevada compactación y baja porosidad, lo que explicaría en parte la lenta recuperación de la cobertura vegetal en la zona 1. En ninguno de los tres sitios estudiados, la reposición del material removido por la actividad del desmonte significó una medida de recuperación eficaz, sobre todo, por la baja calidad de los sedimentos extraídos de los horizontes inferiores de la zanja.