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Bordetella pertussis es el agente causal de la tos convulsa, una enfermedad infecciosa reemergente con alta mortalidad infantil. La introducción de la vacuna contra este patógeno redujo la incidencia de la enfermedad pero no la circulación de la bacteria en la población. Los adultos son el reservorio más importante. La sintomatología en el adulto puede ser evidente o no, y la falta de diagnóstico los convierte en portadores y fuentes de infección para individuos susceptibles. En los últimos años la incidencia de esta enfermedad ha ido en aumento transformándose en la enfermedad más prevalente entre las infecciones prevenibles por vacunación. Los mecanismos por los cuales B. pertussis evade la eliminación inmune y causa infecciones persistentes ha sido motivo de estudio por años. Tratándose de un patógeno estrictamente humano, el cuadro epidemiológico sugiere la existencia de un nicho de persistencia dentro del hospedador. Nuestro grupo fue pionero en el descubrimiento de que esta bacteria históricamente considerada extracelular es en realidad un patógeno intracelular facultativo cuyo nicho de persistencia parecen ser los macrófagos humanos. Empleando una combinación de herramientas ómicas y microbiología celular encontramos evidencia concluyente de que en ausencia de anticuerpos opsonizantes esta bacteria es capaz de sobrevivir a la interacción innata con neutrófilos y macrófagos humanos, inhibir la fusión fagolisosomal y permanecer viable dentro de fagosomas con características de endosomas tempranos con acceso a nutrientes a través de las vesículas de reciclaje, característico de nichos replicativos. Las vacunas en uso no previenen este tipo de infecciones intracelulares, lo que ha llevado a la continua circulación del patógeno en poblaciones vacunadas, a la selección de cepas más virulentas, y, en definitiva, a la situación epidemiológica actual. En los últimos años nuestra investigación se ha orientado al estudio del fenotipo infectante para identificar inmunógenos protectores característicos de esta fase, inductores de opsoninas capaces de proteger al vacunado contra la infección y el establecimiento de nichos de persistencia. Para identificar potenciales componentes de nuevas vacunas empleamos una combinación de proteómica comparativa y seroproteomica. Identificamos varios potenciales candidatos vacunales de los cuales dos han pasado todas las pruebas exitosamente y están actualmente en evaluación preclínica en babuinos en el Food and Drugs Administration FDA (FDA, USA), con el apoyo del National Institutes of Health (NIH, USA). Cabe señalar que son los primeros nuevos candidatos vacunales que llegan a esta instancia de evaluación en años

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