Modelo de manejo de poblaciones de guanacos para la Provincia del Chubut

JORGE RABINOVICH

Trelew

Conferencia; Conferencia de la Sociedad Rural Valle del Chubut; 2010

Dirección de Fauna y Flora Silvestre de la Provincia del Chubut

Un concepto generalmente aceptado es que lo que tiene valor económico es lo que puede medirse por su valor de mercado. Por ejemplo, un Parque Nacional o Provincial, aunque produzca bienes y servicios, tendrán un valor de mercado sólo en la medida que se comercialicen en un mercado abierto. Pero se ha reconocido que ciertos bienes como la fauna, flora, suelo, etc., pueden también ofrecer beneficios a la sociedad, tanto por su valor como mercancía, y por cumplir servicios ecológicos aunque éstos no cumplan la condición de tener valor de mercado (pero hay formas en que pueden ser manejados como bienes de valor económico. La economía de los recursos naturales, como la economía de cualquier otro sector, incluye además de los aspectos económicos puros (recursos, capital, trabajo) los aspectos sociales, legales, institucionales y políticos. Pero a esos factores se les debe agregar la complejidad de las leyes de la Naturaleza, en particular el manejo de la incertidumbre (es decir, de la dificultad de la predictabilidad de los eventos naturales) para lograr mantener la sustentabilidad del uso de los recursos naturales renovables. Los recursos naturales se asientan sobre (o debajo) del suelo, y por ello es lógico que el uso de los recursos naturales pueda tener conflictos con otros posibles usos de la tierra. Por ejemplo, la ganadería suele “competir” con usos agricolas. E incluso dentro del propio sector ganadero no es raro a veces que un productor tenga tierras aptas para más de un tipo de ganado, por lo cual el conflicto suele presentarse en términos de que tipo de ganado (ovino vs vacuno) o cuál sería la combinación óptima en caso de preferirse ambos. Esa “competencia” por el uso de la tierra también suele con frecuencia darse entre el uso ganadero y el uso por parte de una especie silvestre. También con cierta frecuencia, como ocurre en este caso, esa potencial “competencia” puede ser intensa, como aparentemente en el caso de los ovinos y los guanacos dada la alta similitud de las preferencias dietéticas y la competencia por el agua. Esa situación puede describirse técnicamente de la siguiente manera, que describe exclusivamente la capacidad física.