INVESTIGADORES
PADILLA SABATE Constanza
congresos y reuniones científicas
Título:
MESA REDONDA: De la argumentación cotidiana a la académica: enfoques teóricos y desafíos de la enseñanza en el nivel superior
Autor/es:
PADILLA CONSTANZA
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Congreso; IV SEDIAR (Seminario Internacional de Estudios sobre Discurso y Argumentación); 2018
Institución organizadora:
SEDIAR y Facultad de Filosofía y Letras, UBA
Resumen:
A partir de los resultados de investigación obtenidos por nuestro equipo, desde hace más de una década en el nivel secundario y universitario, en esta presentación se plantea la necesidad de una enseñanza sistemática de la argumentación en el nivel superior, como base fundamental para el aprendizaje de las prácticas académicas requeridas para este nivel. Para ello, se destaca la importancia de un enfoque conceptual que integre los aportes de distintos marcos disciplinares (lingüística, psicología cognitiva, pedagogía, filosofía) ya que contribuyen, de diferente modo, a abordar la problemática en cuestión. En particular, se consideran los aportes de enfoques dialógicos y dialécticos que van más allá de los aspectos cognitivos-discursivos y plantean las dimensiones actitudinal, emocional y ética, indispensables para entender la enseñanza de la argumentación, desde la perspectiva de una construcción responsable de ciudadanía. En tal sentido, se consideran algunas líneas del movimiento Pensamiento Crítico (Paul y Elder, 2006), la Ética Convergente (Maliandi, 1997), el Modelo Dialogal (Plantin, 2005, 2007) y la Pragma-dialéctica (van Eemeren et al., 2002; van Eemeren, 2011). En lo referido específicamente a las llamadas teorías de la argumentación, se plantea la necesidad de complementar los aportes de perspectivas lógicas (Toulmin, 1958, 2001), retóricas (Perelman y Olbrechts-Tyteca) y dialécticas (van Eemeren et al., 2002), particularmente en lo concerniente a la argumentación académica (Padilla, 2009) ya que, más allá de sus divergencias o convergencias teóricas y de abocarse mayormente a la argumentación cotidiana, contribuyen a conceptualizar la oralidad, lectura y escritura académicas como productos de procesos de argumentación científica que se legitiman de diferente modo en los diversos ámbitos disciplinares. De todas maneras, más allá de estas diferencias, ligadas a distintos paradigmas y tradiciones disciplinarias, el modo privilegiado de comunicación del quehacer científico es la argumentación. En tal sentido, resulta productivo el concepto de argumentación académica (Padilla, 2009), que apunta a integrar tres dimensiones constitutivas de la argumentación: la dimensión lógica exige la articulación entre marco teórico, interrogantes / hipótesis, datos y conclusiones; la retórica busca el modo de comunicar estos resultados más eficazmente, atendiendo a los destinatarios virtuales; la dialéctica se abre a la consideración de otros puntos de vista, sustentada en una concepción del conocimiento científico como saber provisional y perfectible. A esto se suma la dimensión epistémica, en tanto dimensión reguladora e integradora, que permite focalizar las transformaciones cognitivas que promueve la argumentación, como medio de aprendizaje (Leitão, 2007; Muller Mirza y Perret-Clermont, 2009; Molina y Padilla, 2013).