La novela histórica o esa pasión argentina por la verdad

MOLINA, HEBE BEATRIZ

Buenos Aires

Jornada; Primeras Jornadas "Literatura/crítica/medios: Perspectivas 2003"; 2003

Departamento de Letras, Universidad Católica Argentina

En el siglo XIX la novela histórica es utilizada para completar el conocimiento histórico sobre nuestro pasado y construir un discurso válido. Con los nuevos paradigmas del siglo XX se quiebra la confianza en la narración histórica. No obstante, las novelas históricas proliferan en la actualidad reconstruyendo nuestro pasado a través de la vida de personajes centrales o periféricos. Es que la lectura de una novela histórica supone la creencia -como acto de fe- de que una narración ficcional puede reconstruir un momento pasado no sólo verosímilmente sino también con veracidad, entendiendo por "verdad" un conocimiento sobre la realidad, producido por una autoridad, que debe ser aceptado por destinatarios diversos con confianza, o sea, sin cuestionamientos. En la novela histórica, este conocimiento es producido por la imaginación y certificado por un narrador que propone un pacto ficcional de lectura histórica, según el cual lo histórico es un elemento más del discurso novelesco, que debe ser leído autorreferencialmente. Esta ilusión de "verdad" apuntala la búsqueda de un conocimiento más amplio sobre el pasado histórico, esencial a la autodefinición del pueblo argentino. Se intenta demostrar esta hipótesis comparando dos novelas históricas que tratan sobre un mismo episodio histórico: La loca de la guardia (1896) de Vicente Fidel López y El informe; San Martín y el otro cruce de los Andes (1996) de Martín Kohan.