INVESTIGADORES
MARTINO Roberto Donato
congresos y reuniones científicas
Título:
Rasgos geomorfológicos y fracturamiento del batolito de Achala y su influencia en la circulación del agua meteórica, Sierras Pampeanas de Córdoba
Autor/es:
SÁNCHEZ, MIRCO N.; MARTINO, ROBERTO D.; GUERESCHI, ALINA B.
Lugar:
San Luis
Reunión:
Simposio; XVIII Reunión de Tectónica; 2021
Institución organizadora:
Universidad Nacional de San Luis
Resumen:
En el basamento ígneo-metamórfico de las Sierras Pampeanas de Córdoba, yace el batolito de Achala, uno de los mayores batolitos del Devónico superior (368-379 Ma) en el ámbito pampeano. Está formado por intrusiones monzograníticas calcoalcalinas a alcalicálcicas, discordantes con la foliación metamórfica regional de gneises y migmatitas del Neoproterozoico-Cámbrico inferior y con fajas de deformación dúctil ordovícicas. Se trata de un magmatismo aluminoso tipo A y su geoquímica indica mezcla de materiales mantélicos y fusiones corticales derivadas de la deshidratación de biotita (cf. revisión de Lira y Sfragulla 2014 y bibliografía citada allí). El batolito se expresa cartográficamente con forma romboidal, alargado según N 20°, con relación largo/ancho de 2,5 (100 x 40 km: ~ 4.000 km2 de área aflorante). Presenta una serie de rasgos geomorfológicos menores (Vidal Romaní 1990, Migon 2004) notables como gnammas y tafoni. Las gnammas (pilancones, pilas o pías), de formas circulares, ovaladas a irregulares (diámetro: 1-2 m; profundidad: 10-15 cm) están muy desarrolladas en la horizontal, ligadas a una pseudoestratificación de los granitoides integrada por foliaciones de flujo, pegmatitas y un clivaje de fractura asociado a un diaclasado J1 (subhorizontal) de descarga (sheeting). Los tafoni (cuevas, cavernas o cacholas) se identifican en general en la vertical, asociados al diaclasado, son de tamaño métrico a decamétrico, muy irregulares, con profundidades variables (> 1 m). Las gnammas tienen exutorios muy desarrollados formando, en algunos casos, redes anastomosadas por donde circula el agua meteórica que desemboca en diaclasas y eventualmente en los tafonis. Estructuralmente se reconocen otros dos juegos de diaclasas: J2 (N 30º/90º a 85º NO) y J3 (N 110º/90° a 85º NE a SO). Este último juego es muy penetrativo y presenta cataclasitas de variada naturaleza (Martino et al. 2019), que se relacionan a fallas mayores con cinemática dextral. Esta dirección controla mayormente la infiltración y circulación de los arroyos y cabeceras de ríos principales, que luego drenan al este o al norte dentro del ámbito de Achala. La pseudoestratificación también es un plano de circulación de agua, al igual que la interfaz suelo-granito. Las gnammas están muy desarrolladas en el batolito, lo que se interpreta como rasgos del relieve de cierta antigüedad, formados posiblemente en el Jurásico (Carignano et al. 2014).