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¿Qué porción de su oficio desenvuelve un intelectual a través de su correspondencia? ¿De qué modo contribuye el intercambio epistolar a esa labor intelectual? ¿Qué vínculos y qué proyectos anidan o se fortalecen a partir de esas cartas? Y más aún: ¿de qué manera lo personal -reflejado en los escritos privados, como las cartas, los diarios íntimos, las memorias- incide en el trabajo del historiador y sirve para explicar su práctica historiográfica, la elección de sus temas, el acceso a las fuentes, la difusión de sus resultados?Esta ponencia se asoma al epistolario inédito del historiador Américo Tonda en busca de claves que ayuden a comprender la trabazón entre escritura académica y escritos privados, entre trabajo intelectual e intimidad. Para ello, se vale de un nutrido y original corpus de cartas, que abarcan todo el trayecto vital de Américo Tonda (1916-1984), desde su ingreso al Seminario de Santa Fe en 1929 hasta su fallecimiento. El sacerdote historiador oriundo de la provincia de Santa Fe, autor de obras fundamentales para entender el desenvolvimiento de la Iglesia en Argentina durante el siglo XIX, y que ya ha recibido la atención de estudiosos de la historia religiosa, es abordado aquí desde un ángulo distinto, con el propósito de desentrañar aspectos personales que condicionaron su labor historiográfica, y que las cartas ayudan a poner en evidencia. En particular, se atiende a la correspondencia intelectual para establecer eventuales relaciones entre aspectos de su intimidad y de su concepción de la historia recogida en la esfera privada con los procesos de gestación y elaboración de su obra histórica dirigida a la esfera pública. Desde lo teórico-metodológico, enfoques historiográficos recientes, que destacan la importancia de lo personal insertado en el discurso académico e intelectual, sirven de respaldo a la investigación.