El uso de biomarcadores en el pez dulceacuícola Cichlasoma dimerus (Perciformes, Cichlidae) para monitorear el efecto de contaminantes industriales y agrícolas.

LO NOSTRO, F. L.; MEIJIDE, F; GENOVESE, G; REY VAZQUEZ, G; PANDOLFI, M; PIAZZA, Y. G.; DA CUÑA, R.; REGUEIRA, M.; MAGGESE, M. C.

Universidad Maimonides

Congreso; II Congreso Nacional de Conservación de la Biodiversidad.; 2006

Universidad Maimonides, DBBE-FCEyN-UBA, Fundacion Temaiken

Los químicos antropogénicos son muy penetrantes en la naturaleza y los biólogos se enfrentan al desafío de comprender cómo estas sustancias impactan en el ambiente amenazando así la diversidad de especies. Entre estos efectos se encuentra la perturbación de la homeostasis hormonal tanto en los seres humanos como en los animales. Por esto se ha acuñado el término de “desorganizador endocrino” que define el conjunto de sustancias químicas sintéticas o naturales, presentes en el medio ambiente capaces de interferir en las funciones normales del sistema endocrino. Los alquilfenolespolietoxilados son surfactantes no iónicos ampliamente utilizados en la industria textil, papelera y de plásticos. El octilfenol es un producto de su biodegradación, altamente lipofílico y que tiende a bioacumularse, y que en peces ejerce un efecto “xenoestrogénico” (o contaminante estrogénico), entre ellos la feminización de los machos con la consecuente perdida del balance de sexos y la alteración de los procesos reproductivos de las especies expuestas a él. Por otro lado, se encuentran los pesticidas organoclorados muy usados en agricultura como el endosulfán, el cual es muy persistente y potencialmente carcinógeno. En peces posee entre otras cosas una acción neurotóxica alterando el comportamiento de predación, reproductivo y motor. En nuestro laboratorio hemos desarrollado “biomarcadores de exposición” a estos contaminantes utilizando a Cichlasoma dimerus como modelo, entendiéndose por biomarcador a cualquier variable bioquímica, fisiológica y/o histológica cuyo cambio, presencia o ausencia permite determinar la exposición del animal a algún contamínate en particular. Entre los biomarcadores utilizados hasta el momento se encuentran el uso de parámetros hematológicos, el análisis histológico de las branquias, gónadas e hígado, la detección de proteínas de la envoltura vitelina y de la vitelogenina -proteínas sintetizadas normalmente por hembras bajo control estrogénico y que son fundamentales para la calidad de la fecundación del oocito y la nutricion del futuro embrión- y de hormonas producidas por la hipófisis y relacionadas con la reproducción. Las variaciones en estos biomarcadores, reflejan cambios en la salud reproductiva de las especies y en el ambiente, permitiendo la detección temprana del efecto de los contaminantes que en definitiva han devenido en la principal amenaza contra la conservación de la biodiversidad.