INVESTIGADORES
GARCIA Nestor Horacio
capítulos de libros
Título:
Hipertension Renovascular
Autor/es:
GARCÍA, NÉSTOR H; JUNCOS, LUIS I
Libro:
Manual de Medicina
Editorial:
Antinori Impresiones
Referencias:
Lugar: Cordoba; Año: 2006; p. 1407 - 1420
Resumen:
¿Tenía este paciente hipertensión renovascular? Es muy posible, pero el concepto de Hipertensión Renovascular (HTRV) exige dos condiciones esenciales: El primero es que haya una obstrucción capaz de disminuir el flujo renal (este criterio se cumple), y el segundo, que la restauración de dicho flujo mejore o cure la hipertensión (algo que no se pudo comprobar en este caso). Muchos pacientes pueden tener estenosis de las arterias renales y sin embargo no ser hipertensos o en realidad ser hipertensos esenciales (la forma más frecuente de hipertensión). La importancia de diagnosticar esta condición clínica yace en la actualidad más en la prevención de la insuficiencia renal que en el control tensional. En efecto, la disponibilidad de medicamentos muy potentes y su utilización en forma combinada actuar sobre diferentes mecanismos, permite controlar la hipertensión en prácticamente todos los casos. En contraste, la obstrucción arteriosclerótica es hoy en día causa prominente de insuficiencia renal en el anciano, (lo que se ha dado en llamar nefropatía isquémica) y la corrección oportuna de la obstrucción es una de las raras situaciones en las que se puede preservar e incluso mejorar la función renal. Este aumento de la incidencia de estenosis arteriosclerótica, (producto de la mayor longevidad de la población), ha convertido a esta enfermedad en la causa más frecuente de HTRV y al mismo tiempo ha aumentado aún más las dificultades que ya existían para definir su verdadera prevalencia. Esto se debe en primer lugar, a que muchos casos de HTRV no son diagnosticados porque el médico no cree necesario estudiarlos. Por otra parte, la mayoría de las publicaciones sobre prevalencia son estudios retrospectivos y de pacientes seleccionados porque se sospechaba HTRV. De cualquier manera se estima que la prevalencia de HTRV oscila entre el 0.2 y el 5% de la población hipertensa, (1,2) estadística que aumenta notoriamente si sólo se consideran los pacientes con hipertensión muy severa (3) o aquellos que tienen retinopatía clase III o IV de la clasificación de Keith, Wagener y Barker (4). En definitiva, la HTRV arteriosclerótica está entre las causas más frecuentes de hipertensión arterial, juntamente con el alcoholismo, la obesidad y la administración de estrógenos, (5) pero no se debe considerar a cualquier estenosis de las arterias renales como HTRV. En efecto, en cualquiera de sus formas anatómicas, es necesario corroborar que la estenosis está alterando el flujo sanguíneo renal, ya que la presencia simultanea de estenosis e hipertensión arterial no establece una relación causal. Este concepto se entiende mejor al examinar los mecanismos fisiopatogénicos involucrados.