El conocimiento como autodeterminación: La concepción cognitivista de Hegel sobre la libertad humana

FERREIRO, HÉCTOR

Valencia

Conferencia; Seminario "Hegel en perspectiva"; 2023

Universitat de València

Desde el momento que en el Sistema hegeliano la idea de lo bueno es una subforma de la idea de lo verdadero o, desde el punto de vista de la filosofía real, que el querer (Wollen) es una subforma del conocer (Erkennen), Ludwig Siep sostiene que en lo que respecta a su modo de concebir la voluntad Hegel es un "cognitivista" (Kognitivist) (Quante y Mooren 2018, 729). Mientras se concibe como vacía frente a un objeto al que supuestamente duplica y representa, la actividad de conocer es actividad propiamente teórica. Pero que la actividad de conocer no sea sino un puro espejar lo otro de sí es para Hegel una apariencia. En realidad, el conocer en cuanto teoría o conocer en sentido propio actúa sobre el objeto que conoce, modificándolo, y en ese proceso va cancelando la forma del ser-en-sí (Ansichsein) del objeto y explicitando que se trata de una determinación de la propia actividad de conocer. Cuando finalmente pone de manifiesto que es una actividad determinada en sí misma con las determinaciones que antes concebía como siendo ellas en sí mismas y, por tanto, como pertenecientes a un mundo "externo", el conocer deviene expresamente un agente real que obra a partir de sí y por sí, es decir, deviene voluntad. El conocer determinado en sí mismo, dice Hegel, es el "espíritu actual" (der wirkliche Geist). La actividad de conocer en cuanto actividad práctica o voluntad no actúa más sobre un objeto externo -esa apariencia ha quedado desbaratada por el proceso teórico-, sino explícitamente sólo sobre sí misma en cuanto determinada. En efecto, una vez que ha quedado explicitado que el objeto que se le presenta inmediatamente como una cosa enteramente diferente es en realidad una determinación suya, la actividad de conocer sólo puede actuar a partir de sí misma y sobre sí misma. En esa medida, su efecto es ahora, en palabras de Hegel, "el mundo del espíritu que se produce a partir de sí como una segunda naturaleza". Para Hegel, el conocer es, pues, obrar, dado que la actividad de conocer es y ha sido siempre la actividad de relacionarse la actividad de conocer con sus propias determinaciones. Conocer y querer son, en rigor, una y la misma actividad de pensar; lo que varía de una a otra es tan sólo el modo como esa actividad se concibe a sí misma: cuando se concibe como teoría, el conocer concibe las determinaciones que conoce como si no fueran suyas, esto es, como "cosas"; cuando se concibe, en cambio, como determinado en sí mismo, las concibe como expresamente suyas, como sus auto-determinaciones (Selbstbestimmungen). Ahora bien, la actividad de conocer que está de-terminada en sí misma y que además se pone como forma o conocer respecto de sí misma en cuanto autodeterminada -el "espíritu libre" (Enz §§481-482)- no es un conocimiento teórico de sí misma, sino la unidad del espíritu teórico y el espíritu práctico. La idea clave y novedosa que Hegel propone sobre la libertad humana es que es enteramente esencial a la misma que el ser humano conciba el hecho que puede elegir sus propias determinaciones, esto es, que puede elegir qué determinaciones darse, como su verdadera naturaleza o esencia. Es esta forma de autocomprensión del espíritu humano lo que supera finalmente el estadio general del “mero” libre albedrío y transforma la sola capacidad del espíritu de elegir sus determinaciones en la verdadera libertad, en la libertad efectivamente (wirklich) libre.