INVESTIGADORES
FERNANDEZ BRAVO Alvaro
capítulos de libros
Título:
Introducción
Autor/es:
CLAUDIO MAÍZ, ÁLVARO FERNÁNDEZ BRAVO
Libro:
Episodios en la formación de redes culturales en América Latina
Editorial:
Prometeo
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2009; p. 9 - 45
Resumen:
En los últimos años el recorte nacional como herramienta crítica característica de los estudios literarios ha comenzado a mostrar signos de fatiga en América Latina y en el mundo. El paradigma nacional ingresó de este modo en una crisis saludable, productiva y necesaria que replantea el status de la categoría “nación” como dispositivo analítico dominante desde la consolidación del campo literario a nivel académico hasta el presente. Si pensamos en nuestra región, obras como las de Sílvio Romero, Antonio Candido y Roberto Schwarz en Brasil o las de Ricardo Rojas, David Viñas o Beatriz Sarlo en la Argentina, así como las de otros críticos prominentes, demuestran que el referente nacional sirvió de soporte para organizar lecturas fundadoras del campo. Junto a la crisis contemporánea del sujeto, la deconstrucción de las tradiciones o la tesis de las comunidades imaginadas, las literaturas nacionales acusaron recientemente el impacto de un nuevo orden mundial donde la nación perdía peso y utilidad para entender las formaciones culturales. El ocaso del recorte nacional que soldaba lengua, nacionalidad y cultura permite pensar en cruces lingüísticos y contribuye a derribar fronteras estatales para impulsar la búsqueda de nuevos instrumentos críticos. Los espacios epistemológicos se amplían y con ello aparece la necesidad de encontrar otras herramientas para abordar el objeto mutante (movedizo y difícil de aprehender) en que ha devenido la literatura. La emergencia de otras categorías –lo humano, lo poscolonial, el subalterno, atributos de raza o género que exceden marcos nacionales, la crisis del valor estético– contribuyó a formar un campo expandido que ha comenzado a abolir géneros literarios o alentar el surgimiento de otros, así como las divisiones rígidas: literatura alta y popular, realismo y vanguardia, o cosmopolitismo y nacionalismo. La literatura ha perdido el refugio de la nación junto a otras certidumbres que acompañaron a la crítica literaria y cultural durante la modernidad. La literatura, en suma, puede ser vista inserta en un flujo de lenguas en movimiento. La categoría de red puede ser un recurso útil para leer esta nueva coyuntura. Como algunos estudios recientes señalan, la crisis de las culturas nacionales se manifiesta de distintas maneras. Una de ellas ha sido denominada por Josefina Ludmer los “tonos antinacionales en América Latina”. Se trata no sólo de la pérdida del referente nacional como signo unificador de la tradición frente a la emergencia de objetos híbridos trans, pre o posnacionales, sino de la emergencia de un discurso cínico fuertemente antinacional en ficciones latinoamericanas recientes: por caso la narrativa de escritor salvadoreño Horacio Castellanos Moya (El asco. Thomas Bernhard en San Salvador ) Las ficciones hablan de un sujeto desterritorializado y profanador, que abjura de la patria y busca demoler la afiliación nacional. Otra manifestación de esta misma crisis fue recorrida por Gayatri Chakravorti Spivak en la denominada “muerte de una disciplina”. En su libro Spivak desarma los estudios de literatura comparada que planteaban, a pesar de su nombre, un paradigma eurocéntrico indirectamente apoyado en recortes nacionales (Alemania y Francia en particular) como puntos de apoyo para leer la producción simbólica. El punto de origen (i.e., la nacionalidad-lengua del autor) resulta un soporte demasiado débil para montar una articulación disciplinaria de enorme impacto sobre la organización institucional del saber, a partir de la organización de departamentos de literatura comparada principalmente en universidades norteamericanas pero también en el contexto europeo de donde provienen sus principales referentes. En su reemplazo, Spivak apela a las nociones de colectividad (25) y coalición (20) –esta última también empleada por Ludmer (1999)– para plantear una nueva literatura comparada aliada de los estudios de área, capaz de dar cuenta de diásporas e identidades híbridas, constituidas más allá de nación, género, raza, subjetividades duras o lenguas incontaminadas.