El género Lithotrochus Conrad, 1855 (Gastropoda, Vetigastropoda) en el Jurásico Temprano de Argentina

DAMBORENEA, S.E.; FERRARI, S.M.

Córdoba, Argentina

Congreso; 9º Congreso Argentino de Paleontología y Bioestratigrafía; 2006

Universidad Nacional de Córdoba

Solamente hay una veintena de especies de gastrópodos marinos jurásicos de Argentina que han sido descriptas e ilustradas en el pasado, y esto siempre ha sucedido como complemento en trabajos dedicados a otros invertebrados. Una de las primeras especies de gastrópodos mesozoicos descriptas para América del Sur, y que ha sido repetidamente citada, es Lithotrochus humboldti (de Buch, 1839). El género Lithotrochus, descripto por Conrad (1855) y basado en esta especie, se caracteriza por su amplia distribución geográfica en los Andes y a la vez su carácter de endémico a la región, y por su corta distribución en el tiempo (limitada al Jurásico temprano). Las afinidades de este género son desconocidas, aunque la conchilla es similar a las de los Trochidae, una de las familias actualmente más diversas de gastrópodos, conocida desde el Triásico. Los integrantes de las subfamilias de Trochidae se reconocen por caracteres de la rádula, la protoconcha y del opérculo. Desafortunadamente, no se han hallado aún protoconchas ni opérculos que puedan ayudar a un tratamiento sistemático más fundamentado. Por estas razones, se mantiene a Lithotrochus dentro de los Trochidae s.l. Sus mayores similitudes morfológicas se encuentran con el género Proconulus Cossmann, ampliamente distribuido en el Jurásico y Cretácico de todo el mundo, aunque éste nunca alcanza el tamaño de Lithotrochus y presenta la base de la conchilla más convexa. Conocido primero de Perú y Chile, el género fue mencionado por primera vez para Argentina por Burckhardt (1902), y actualmente se lo conoce de depósitos sinemurianos de la región del río Atuel (Mendoza) y pliensbachianos del sur de Neuquén y del centro-oeste de Chubut. Todas las descripciones y figuras de material conocidas de la literatura previa, asignables a Lithotrochus, parecen pertenecer a una única especie, aunque existen para ella al menos dos nombres específicos disponibles que fueron creados casi simultáneamente por de Buch y d´Orbigny en la primera mitad del siglo XIX, y referidos a Pleurotomaria y Turritella respectivamente. La especie tipo posee conchillas anónfalas de gran porte (hasta 14 cm de alto total), y al describir su morfología se debe prestar especial atención a la ontogenia, ya que a veces los ejemplares juveniles han recibido otra denominación específica. La conchilla posee una carena marginal aguda y costillas espirales irregulares fuertes en la periferia y algo más débiles en la base. A partir de aproximadamente la cuarta vuelta se produce un aumento relativamente brusco de la tasa de traslación a lo largo del eje de enroscamiento, dando por resultado un cambio de forma general de la conchilla de troquiforme en los juveniles a cirtoconoide en los adultos. Esto probablemente implique una modificación en los hábitos de vida del organismo. A pesar de que Lithotrochus se encuentra en numerosas localidades, en algunas de las cuales es relativamente abundante, su distribución parece estar restringida a ciertos ambientes sublitorales, siempre asociado a faunas de grandes bivalvos epifaunales e infaunales superficiales como especies de Weyla, Cardinia, Lopha, arcoideos y pterioideos, y comúnmente a corales coloniales. Esto sugiere que este gastrópodo, probablemente herbívoro, habitaba sustratos duros en ambientes sublitorales bien oxigenados e iluminados.