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En 2003 la UNESCO firma, en París, la?Convención para la Salvaguardia del Patrimonio CulturalInmaterial?.Definen el Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) como los "usos,representaciones,expresiones,conocimientos y técnicas -junto con los instrumentos, objetos, artefactos yespacios culturales que les son inherentes- que las comunidades, los grupos yen algunos casos los individuos reconozcan como parte integrante de supatrimonio cultural" (CSPCI, 2003: 3). Secomprometenasí a identificar, documentar, investigar, preservar, proteger, promocionar,valorizar,transmitir ?básicamente a través de la enseñanza formal y no formal? yrevitalizar esepatrimonioen los Estados Partes. El idioma, como vehículo y entidad, constituye un pilarfundamentaldel PCI. En nuestro país Ana María Barrenechea abrió caminos en el registro delhablade Buenos Aires y en su descripción científica. Imbuida de una fuerteconciencia identitaria e inclusiva, dirigió el primer registro sistemático enel marco de la Norma Culta. El debate que dio (y perdió), respecto de qué hablaregistrar se saldó recién ahora en el Proyecto para el Estudio Sociolingüísticodel Español de España y de América (PRESEEA) al incorporar distintos niveles socioculturales.En 1964, durante el Segundo Simposio del Programa Interamericano de Lingüísticay Enseñanza de Idiomas (PILEI) en Bloomington, nació oficialmente el ?Proyectode Estudio Coordinado de la Norma Lingüística Culta de las Principales Ciudadesde Iberoamérica y de la Península Ibérica? con dos objetivos fundamentales: 1)registrar científicamente el español hablado y 2) aplicar con ?urgencia? a laenseñanza los resultados de los estudios. Trabajaron sobre pautas comunes, paracomparar datos: Barcelona, Bogotá, Buenos Aires, Caracas, La Habana, Lima,Madrid, México DF, Montevideo, San Juan de Puerto Rico, Santiago de Chile y Sevilla.En Buenos Aires se grabaron, entre 1964 y 1970

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