“Campo, ciudad y civilización en el imaginario pedagógico. El universo social de los libros de lectura de una biblioteca escolar rural de Argentina (1920-1945)”

ASCOLANI, ADRIÁN

Porto Alegre

Congreso; VI Congresso Internacional de Estudos Iberoamericanos; 2006

Pontificia Universidade Católica do Rio Grande do Sul

Los libros de lectura fueron, en la escuela primaria argentina, el instrumento material para sostener el discurso civilizador escolar, haciendo las veces de manuales de urbanidad y a la vez de decálogos de principios y valores éticos. Este discurso contenía elementos morales de clara procedencia religiosa, no obstante su articulación discursiva se dicen en el marco de laicismo sostenido por las autoridades educativas nacionales desde 1884 hasta 1946, aún con ciertas concesiones luego de 1930 que no afectaban al predominio de la concepción liberal que regía en la educación pública. El Estado nacional, con jurisdicción sobre las escuelas fiscales creadas en Capital Federal y Territorios Nacionales, y los estados provinciales, fueron los agentes principales de la educación primaria en ese período. Desde 1904, por la Ley Láinez, el Estado nacional pudo establecer escuelas primarias de dependencia nacional en zonas rurales y suburbanas de las provincias que lo solicitaran, de modo que su acción desde entonces fue directa en una cantidad importante de zonas, cuya elección no obedeció a otro criterio que la necesidad de los pobladores y la existencia de comunidades educativas locales que ofrecieran condiciones edilicias básicas para el funcionamiento de cada establecimiento. El curriculum escolar de esas escuelas rurales estuvo definido entonces por el Consejo Nacional de Educación, con sede de Capital Federal, funcionando con entera independencia de los Consejos Provinciales de Educación que regían la marcha educativa en sus respectivas provincias. Las provincias habían legislado en materia de educación primaria tomando como modelo la Ley 1420, de 1884, de educación universal, obligatoria y gratuita, pero en lo referido a la enseñanza de la religión no todas habían adoptado la neutralidad establecida en dicha ley,  sino que algunas de ellas, entre la que estaba Santa Fe, estipularon la enseñanza de la religión católica como contenido curricular. No obstante, la Iglesia Católica no logró concetar esta prescripción y no hubo una acción concreta para que los maestros se hicieran cargo de su enseñanza –excepto en la provincia de Buenos Aires, desde 1936-.  En esta ponencia se analizan los libros de lectura primarios, a fin de observar esa compleja articulación de normas y valores relativos a socialización infantil. Lo haremos desde una perspectiva amplia a fin de no reducir la mirada a los fenómenos que pueden resultar más evidentes, aunque no predominantes, del adoctrinamiento nacionalista o del disciplinamiento autoritario. Tomaremos como universo de estudio los textos pertenecientes a una escuela primaria rural nacional ubicada en la provincia de Santa Fe, a fin de asegurarnos del efectivo uso de los libros analizados.