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La crisis económica de 1930 condujo a una severa crisis de empleo en el área rural de la región pampeana , especialmente en 1932, siendo superada transitoriamente a mediados de la década, pero sin posibilidad de sostenerse esta reactivación luego de 1937. La desocupación, como fenómeno laboral, forzosamente acaparó las acciones sindicales rurales, aunque sin provocar un deterioro organizacional, y, en otro plano, proporcionó a los gobiernos provinciales una sensibilidad antes no existente frente a las fallas del mercado de trabajo. El sindicalismo de tendencias revolucionarias, anarquista o filo bolchevique, tuvo en la década de 1930 una gran dificultad para arraigar entre los obreros rurales, no por sus demandas, sino por el mantenimiento de estrategias y tácticas de presión incompatibles con el marco legal que cada vez más regulaba las relaciones laborales. Mientras estas organizaciones sindicales de ideologías revolucionarias decaían en la segunda mitad de los años ?30 en el conjunto de región cerealera, la Confederación General del Trabajo, consolidaba su presencia, a partir de un arraigo focalizado, con tendencia a expandirse en la provincia de Santa Fe y Córdoba, y de una mayor influencia de la provincia de Entre Ríos. La Adhesión de la Unión Obrera Provincial de Entre Ríos y de la Federación Santafesina del Trabajo, y la conformación de la ?Comisión Cooperadora? en Córdoba, le proporcionaron una presencia predominante a fines de los años ?30, garantizada por el constante diálogo con los gobiernos de estas provincias. En esta ponencia analizaremos estas organizaciones sindicales provinciales vinculadas a la CGT: sus programas y estrategias de acción rural, la dinámica de su funcionamiento interno, los antagonismos dentro del campo sindical, los conflictos con otros actores sociales y sus relaciones con el Estado.

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