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Es indiscutible que las Ciencias Naturales como la Química tienen su mayor potencial atractivo en la experimentación. Para quienes nos dedicamos a trabajar en esta ciencia es imposible concebir el aprendizaje de la misma sin algún tipo de experimento de laboratorio que ayude a comprender los fenómenos. Sin embargo, esta no es necesariamente la práctica más desarrollada en las escuelas. Considerando esta una arista en la que es posible aportar, se planearon y ejecutaron actividades para intentar contribuir a solucionar este problema. La primera actividad que se desarrolló estuvo relacionada con el Proyecto de Mejora de la Enseñanza de la Escuela Secundaria (2013-2016). En esta oportunidad se propusieron dos líneas de acción: por un lado, el diseño de un maletín con una serie de experiencias de laboratorio que se entregaba a las escuelas para equiparlas con el material necesario para hacer experimentos sencillos pre-armados y listos para usarse, y por otro, brindarle a los docentes de esas escuelas la posibilidad de experimentar con el maletín en un curso de capacitación. Ambas líneas permitirían atacar dos frentes del problema: la falta de equipamiento y de tiempo para preparar una experiencia de laboratorio. En el maletín se incluyeron siete experiencias que podían utilizarse para la enseñanza de la Química y la Biología, a las que llamamos: Pasta de dientes para elefantes, Observación y clasificación de bacterias, Separación de pigmentos de tintas, Fotosíntesis, Alcoholímetro casero, Fabricación de alcohol en gel e Inflar un globo sin soplar. Se pretendía que las instituciones pudieran reponer los reactivos del maletín a un bajo costo y sin necesidad de recurrir a la compra de insumos específicos para laboratorios, por lo que se incluyeron algunas experiencias cuyos reactivos pudieran adquirirse fácilmente (como agua oxigenada, vinagre, detergente, levadura, alcohol, etc.).En algunas de las visitas a las instituciones de nivel medio se realizaron encuestas a los estudiantes para buscar analizar el impacto de las experiencias desarrolladas. En la mayoría de los casos expresaron encontrarlas de interés y manifestaron la preferencia de estudiar estas ciencias en el laboratorio en lugar de hacerlo en el aula.Durante las visitas a las escuelas se puso de relevancia que el principal problema a la hora de realizar experiencias relacionadas con las Ciencias Naturales no es la falta de equipamiento. Las escuelas suelen contar con material e incluso con un espacio físico destinado al laboratorio, aun cuando ese espacio pueda, en ocasiones, ser utilizado con otros fines. El factor limitante no es disponer de los elementos necesarios sino del tiempo, ya que el mayor problema detectado está relacionado con la atareada agenda de los docentes. Es por esto que, como segunda actividad, financiada por el programa Nexos, se propuso un taller para docentes, incorporando además de las experiencias ya nombradas, algunas herramientas virtuales que les permitió desarrollar una aplicación propia para teléfonos inteligentes.De esta batería de experiencias se eligieron y utilizaron algunas en la promoción de carrera del Profesorado en Química de la FQByF-UNSL, la tercera actividad desarrollada. Esta selección incluyó aquellas que pudieran utilizarse fuera de un laboratorio o aula y que pudieran desarrollarse en un tiempo no mayor a diez o quince minutos. También se incorporó una nueva actividad microcualitativa que llamamos El pH y el color y una experiencia más, también relacionada con el pH llamada Soplo mágico. Ambas requieren de material sencillo, en pequeñas cantidades y pueden reutilizarse. Además se incorporó el uso de aplicaciones de realidad virtual para teléfonos inteligentes, buscando atraer estudiantes a esta carrera prioritaria. En estos casos también les pedíamos a los participantes que intentaran resumir en una palabra la característica más importante que deseaban en sus Profesores de Química y la escribieran en una nube de palabras dibujada en una cartulina. Como resultados recurrentes en estas nubes aparecían las palabras: experimentar y práctica, poniendo de manifiesto una vez más, el potencial de estas actividades para motivar a los estudiantes.Existe una gran cantidad de material disponible para desarrollar experimentos sencillos y también para realizar experiencias virtuales, y sería muy provechoso utilizar ambos tipos de materiales para favorecer los procesos de enseñanza y aprendizaje. Sin embargo, sólo disponer de la información no es suficiente, también es necesario generar espacios de trabajo colaborativo de docentes en ejercicio y capacitaciones en aspectos que estos consideren necesarios, para que puedan elaborar y adaptar el material y las herramientas, teniendo en cuenta no sólo su perfil sino también las motivaciones de sus alumnos.Como conclusión de estas actividades no puede sino reafirmarse que las Ciencias Naturales necesitan de la experimentación para poder enseñarse, no sólo porque facilitan la comprensión de fenómenos, sino también porque entusiasman y despiertan la curiosidad de los estudiantes.