INQUISAL   20936
INSTITUTO DE QUIMICA DE SAN LUIS "DR. ROBERTO ANTONIO OLSINA"
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
MINERALES MAYORITARIOS Y TRAZAS CONTENIDOS EN DOS ESPECIES DE PLANTAS
Autor/es:
LUIS A. DEL VITTO, ELISA . PETENATTI, MARTA E. PETENATTI, E.MARCHEVSKY
Lugar:
SAN MIGUEL DE TUCUMAN
Reunión:
Congreso; XXVII CONGRESO ARGENTINO DE QUIMICA; 2008
Institución organizadora:
AQA
Resumen:
Los minerales cumplen un rol fundamental en los sistemas biológicos y el ambiente (Orvig & Abrams 1999). Las plantas acumulan minerales esenciales para su crecimiento (macronutrientes como N, K, Ca, Mg, P, S y Si y micronutrientes como Cl-, Fe, B, Mn, Na, Zn, Cu, Ni, Mo, Se y Co) (Epstein & Bloom 2005) y a menudo manifiestan síntomas de deficiencia que afectan la productividad, mientras que el exceso de algunos micronutrientes puede provocar su intoxicación (Taiz & Zeiger 2002); también almacenan algunos metales (Cd, Ag) cuya función metabólica no es aún bien conocida (Dushenkov & al. 1995). El almacenamiento de minerales por las plantas (como tales o incorporados a sustancias orgánicas) depende de condiciones ambientales, de la capacidad de absorción específica de la raíz y de las partes de la planta involucrados en el análisis (Epstein & Bloom 2005). Cuando los vegetales o productos vegetales elaborados ingresan al cuerpo humano como alimentos, bebidas, medicamentos, nutracéuticos o cualquier otra forma, su contenido en minerales puede ser útil o peligroso. Unos 25 elementos serían esenciales en la nutrición humana, condicionando el balance hídrico, el transporte de electrones, los procesos catalíticos y la estructura de tejidos dentales y óseos (Bowman & Russell 2003). Entre ciertos límites de concentración, contribuyen a mantener la salud; el exceso o déficit de algunos puede inducir síntomas, signos o condiciones patológicas características. Trazas de Cd, Pb y otros pueden tornar inseguro el consumo de ciertas plantas y otros alimentos (WHO 1996, 1998). Muchas plantas de la medicina popular y gran cantidad de alimentos vegetales tradicionales son consumidos cada vez más en todo el mundo, pese a su escasa reglamentación (Blumenthal 2000). El uso terapéutico de algunas plantas y su empleo como materia prima para las industrias farmacéutica o alimentaria son muy importantes, especialmente por su contenido en minerales (Mark & al. 2000). Dos especies del género Achyrocline (A. satureioides (Lam.) DC. y A. venosa Rusby, de la Familia Asteraceae, Tribu Inuleae), conocidas como "marcelas" ("macelas" en portugués) (Del Vitto & al. 1997; De la Peña y Pensiero 2004) y ampliamente distribuidas en Argentina, llegan a países limítrofes (Freire 1995) y son usadas con frecuencia en medicina popular como digestivos, carminativos y antiespasmódicos (Del Vitto & al. 1997; Martínez-Crovetto 1981; Toursarkissian 1980; Alonso & Desmarchelier 2006; Ariza 2006), participando en la preparación de fitoterápicos y en bebidas amargas tradicionales (Del Vitto & al. 1997). El presente trabajo se llevó a cabo con el fin de establecer el contenido de minerales esenciales y no esenciales en las mencionadas plantas, aplicando modernas técnicas de análisis y comparando con los límites establecidos por organismos nacionales e internacionales (USP 30/NF25 2007; BP 2007; ANMAT 1999, 2004,2007).Achyrocline (A. satureioides (Lam.) DC. y A. venosa Rusby, de la Familia Asteraceae, Tribu Inuleae), conocidas como "marcelas" ("macelas" en portugués) (Del Vitto & al. 1997; De la Peña y Pensiero 2004) y ampliamente distribuidas en Argentina, llegan a países limítrofes (Freire 1995) y son usadas con frecuencia en medicina popular como digestivos, carminativos y antiespasmódicos (Del Vitto & al. 1997; Martínez-Crovetto 1981; Toursarkissian 1980; Alonso & Desmarchelier 2006; Ariza 2006), participando en la preparación de fitoterápicos y en bebidas amargas tradicionales (Del Vitto & al. 1997). El presente trabajo se llevó a cabo con el fin de establecer el contenido de minerales esenciales y no esenciales en las mencionadas plantas, aplicando modernas técnicas de análisis y comparando con los límites establecidos por organismos nacionales e internacionales (USP 30/NF25 2007; BP 2007; ANMAT 1999, 2004,2007). Material y métodos Seis muestras de partes aéreas de cada especie fueron colectadas cerca de San Luis, Argentina, a 850 m s.m. a fines del verano 2006-2007 (ejemplares documentales del Herbario UNSL: Achyrocline satureioides, LA Del Vitto # 8603; Achyrocline venosa, LA Del Vitto & al. # 6765). Las muestras fueron secadas en estufa de aire forzado a 40 ºC hasta humedad higroscópica, molidas en molino a cuchillas con tamiz de 0,5 mm. Fue tomado 0,5 g de cada muestra, puesto en crisol de porcelana, cubierto y carbonizado durante 1 h por ignición suave a 500 ºC y enfriado; se le añadió 15 ml de HCl, 10 ml de HNO3 y 5 ml de HClO4, llevando luego a volumen de 50 ml y agitando enérgicamente; los reactivos usados fueron de pureza analítica. Las concentraciones de 20 minerales fueron determinadas usando un espectrómetro ICP-OES Varian Vista-PRO radial, a 167-785 nm, con calibración automática y periódica; sus límites de detección (en ppm) fueron los siguientes: 1 para P; 0,5 para Ca, K, Fe, Se y Sn; 0,1 para Na y As; 0,05 para Ni, Zn, Cu, Al y Pb; 0,03 para Mg, Mo y Li, y de 0,01 Mn, V, Cr y Cd.Achyrocline satureioides, LA Del Vitto # 8603; Achyrocline venosa, LA Del Vitto & al. # 6765). Las muestras fueron secadas en estufa de aire forzado a 40 ºC hasta humedad higroscópica, molidas en molino a cuchillas con tamiz de 0,5 mm. Fue tomado 0,5 g de cada muestra, puesto en crisol de porcelana, cubierto y carbonizado durante 1 h por ignición suave a 500 ºC y enfriado; se le añadió 15 ml de HCl, 10 ml de HNO3 y 5 ml de HClO4, llevando luego a volumen de 50 ml y agitando enérgicamente; los reactivos usados fueron de pureza analítica. Las concentraciones de 20 minerales fueron determinadas usando un espectrómetro ICP-OES Varian Vista-PRO radial, a 167-785 nm, con calibración automática y periódica; sus límites de detección (en ppm) fueron los siguientes: 1 para P; 0,5 para Ca, K, Fe, Se y Sn; 0,1 para Na y As; 0,05 para Ni, Zn, Cu, Al y Pb; 0,03 para Mg, Mo y Li, y de 0,01 Mn, V, Cr y Cd. Resultados y discusión Se obtuvieron datos analíticos de 20 elementos en ambas especies estudiadas. La concentración de minerales de cada especie está representada por la media aritmética y el valor de la desviación standard relativa en % respecto a materia seca. Minerales Mayoritarios Tabla 1. Contenido de minerales mayoritarios (en ppm de materia seca, SD en %) K Ca Mg P Na A. satureioides A. venosa 11,454 ±7.8% 10,469 ±7% 7,415 ±9% 6,204 ±9.5% 1,353 ±9.5% 1,677 ±11.4% 1,157 ±12.1% 1,658 ±13% 146 ±14.2% 144 ±15%±7.8% 10,469 ±7% 7,415 ±9% 6,204 ±9.5% 1,353 ±9.5% 1,677 ±11.4% 1,157 ±12.1% 1,658 ±13% 146 ±14.2% 144 ±15%±7% 7,415 ±9% 6,204 ±9.5% 1,353 ±9.5% 1,677 ±11.4% 1,157 ±12.1% 1,658 ±13% 146 ±14.2% 144 ±15%±9% 6,204 ±9.5% 1,353 ±9.5% 1,677 ±11.4% 1,157 ±12.1% 1,658 ±13% 146 ±14.2% 144 ±15%±9.5% 1,353 ±9.5% 1,677 ±11.4% 1,157 ±12.1% 1,658 ±13% 146 ±14.2% 144 ±15%±9.5% 1,677 ±11.4% 1,157 ±12.1% 1,658 ±13% 146 ±14.2% 144 ±15%±11.4% 1,157 ±12.1% 1,658 ±13% 146 ±14.2% 144 ±15%±12.1% 1,658 ±13% 146 ±14.2% 144 ±15%±13% 146 ±14.2% 144 ±15%±14.2% 144 ±15%±15% De los elementos considerados esenciales para la nutrición humana, las muestras contienen valiosas cantidades de K, Ca, Mg, P y Na, en la misma secuencia en ambas especies. El elemento más abundante es K (12347 á 10560 ppm); Ca varía entre 8083 y 5612 ppm; Mg entre 1869 y 1224 ppm; P de 1871 á 1017 ppm; y Na entre 167 y 122 ppm. Achyrocline satureioides supera a A. venosa en el contenido medio de K y Ca, mientras que sucede lo contrario en Mg y P; los valores medios y distribución de Na son muy semejantes en las dos especies.Achyrocline satureioides supera a A. venosa en el contenido medio de K y Ca, mientras que sucede lo contrario en Mg y P; los valores medios y distribución de Na son muy semejantes en las dos especies. Minerales Traza Tabla 2. Contenido de minerales traza (en ppm de material seco, SD en %) Fe Mn Zn Cu Cr Ni V Mo As A.satureioides 585±96% 147±26% 28±19% 11±18% 3±22% 2±23% 1,3±26% 0.8±26% 0.4±27%585±96% 147±26% 28±19% 11±18% 3±22% 2±23% 1,3±26% 0.8±26% 0.4±27% A. venosa 475±76% 107±17% 38±18% 15±16% 4±20% 3±22% 0.9±27% 0.8±28% 0.6±26% Nota: Se y Sn fueron detectados en ambas especies, pero en cantidades por debajo del límite de sensibilidad del instrumental475±76% 107±17% 38±18% 15±16% 4±20% 3±22% 0.9±27% 0.8±28% 0.6±26% Nota: Se y Sn fueron detectados en ambas especies, pero en cantidades por debajo del límite de sensibilidad del instrumentalSe y Sn fueron detectados en ambas especies, pero en cantidades por debajo del límite de sensibilidad del instrumental En todos los casos, los elementos están presentes en la misma secuencia en ambas especies. Entre los elementos traza esenciales para la nutrición humana, las plantas contienen Mn, Mo, As, Ni, V, Fe, Zn, Se, Cr, Cu y Sn. Fe, Mn, Zn y Cu se encuentran en grandes cantidades y Cr y Ni alcanzan valores más bajos; por último V, Mo, As, Se y Sn fueron detectados en cantidades muy pequeñas. Fe es abundante (681 á 398 ppm) y Mn osciló entre 171 y 88 ppm; Zn varió de 44 á 22 ppm, Cu entre 18 y 8 ppm; Cr entre 4,5 y 2,4 ppm; Ni de 3,8 á 1,5 ppm; V de 1,61 á 0,63 ppm; Mo y As en concentraciones por debajo de 1 ppm y, por último, Se y Sn en cantidades por debajo del límite de detección del instrumento utilizado. Achyrocline satureioides muestra un promedio superior a A. venosa en los casos de Fe, Mn y V, mientras que A. venosa ha mostrado niveles más altos de Zn, Cu, Cr y Ni; para Mo y As se hallaron pocas diferencias entre las especies.muestra un promedio superior a A. venosa en los casos de Fe, Mn y V, mientras que A. venosa ha mostrado niveles más altos de Zn, Cu, Cr y Ni; para Mo y As se hallaron pocas diferencias entre las especies.A. venosa ha mostrado niveles más altos de Zn, Cu, Cr y Ni; para Mo y As se hallaron pocas diferencias entre las especies. Otros Minerales de interés Tabla 3. Contenido de otros minerales (en ppm de materia seca, SD en %) Al Li Pb Cd Achyrocline satureioides 579 ± 13 % 10.5 ± 22 % 1.9 ± 25 % 0.04 ± 21 %579 ± 13 % 10.5 ± 22 % 1.9 ± 25 % 0.04 ± 21 % A. venosa 304 ± 16 % 7.9 ± 21 % 2.1 ± 23 % 0.05 ± 40 %304 ± 16 % 7.9 ± 21 % 2.1 ± 23 % 0.05 ± 40 % La esencialidad de estos cuatro minerales sigue siendo debatida (Bowman & Russell 2003). En orden descendente: Al (654 a 256 ppm), Li (12,75 a 6,25 ppm), Pb (2,38 a 1,42 ppm) y Cd (0,07 a 0,03 ppm). A. venosa es más rico en Cd y Pb, mientras que A. satureioides muestra niveles más altos de Al y Li. Teniendo en cuenta que se ha demostrado que Ca, P, Mg, Na, Cl, K, Fe, Zn, I, Se, Cr, Cu y otros minerales son esenciales para mantener la salud (Geldmacher & Meissner 1994; Bowman & Russell 2003), la ingesta de las especies estudiadas (integrando hierbas medicinales, suplementos dietéticos o base de bebidas analcohólicas) es interesante para la nutrición o la salud, especialmente debido a su alto contenido de K y Ca como minerales esenciales principales, así como por el contenido de muchos oligoelementos que pueden contribuir a satisfacer las necesidades alimentarias diarias. Desde el punto de vista de la seguridad en la utilización de estas plantas, es notable que ninguno de los minerales analizados supera los límites recomendados o sugeridos para los productos alimenticios o plantas medicinales por las autoridades sanitarias internacionales y nacionales (OMS 1996,1998; USP 30/NF25 2007; ANMAT 1999, 2004, 2007), al menos teniendo en cuenta la dosis usual de consumo regular.A. venosa es más rico en Cd y Pb, mientras que A. satureioides muestra niveles más altos de Al y Li. Teniendo en cuenta que se ha demostrado que Ca, P, Mg, Na, Cl, K, Fe, Zn, I, Se, Cr, Cu y otros minerales son esenciales para mantener la salud (Geldmacher & Meissner 1994; Bowman & Russell 2003), la ingesta de las especies estudiadas (integrando hierbas medicinales, suplementos dietéticos o base de bebidas analcohólicas) es interesante para la nutrición o la salud, especialmente debido a su alto contenido de K y Ca como minerales esenciales principales, así como por el contenido de muchos oligoelementos que pueden contribuir a satisfacer las necesidades alimentarias diarias. Desde el punto de vista de la seguridad en la utilización de estas plantas, es notable que ninguno de los minerales analizados supera los límites recomendados o sugeridos para los productos alimenticios o plantas medicinales por las autoridades sanitarias internacionales y nacionales (OMS 1996,1998; USP 30/NF25 2007; ANMAT 1999, 2004, 2007), al menos teniendo en cuenta la dosis usual de consumo regular.muestra niveles más altos de Al y Li. Teniendo en cuenta que se ha demostrado que Ca, P, Mg, Na, Cl, K, Fe, Zn, I, Se, Cr, Cu y otros minerales son esenciales para mantener la salud (Geldmacher & Meissner 1994; Bowman & Russell 2003), la ingesta de las especies estudiadas (integrando hierbas medicinales, suplementos dietéticos o base de bebidas analcohólicas) es interesante para la nutrición o la salud, especialmente debido a su alto contenido de K y Ca como minerales esenciales principales, así como por el contenido de muchos oligoelementos que pueden contribuir a satisfacer las necesidades alimentarias diarias. Desde el punto de vista de la seguridad en la utilización de estas plantas, es notable que ninguno de los minerales analizados supera los límites recomendados o sugeridos para los productos alimenticios o plantas medicinales por las autoridades sanitarias internacionales y nacionales (OMS 1996,1998; USP 30/NF25 2007; ANMAT 1999, 2004, 2007), al menos teniendo en cuenta la dosis usual de consumo regular. Referencias Alonso JR & C Desmarchelier, 2006. Plantas medicinales autóctonas de la Argentina, 2º ed. Buenos Aires, Fitociencia. ANMAT, 1999. En: http://www.anmat.gov.ar/Legislación/Medicamentos/Disposición ANMAT_2673-1999.pdf ANMAT, 2004. En: http://www.anmat.gov.ar//normativa/normativa/Medicamentos/ Disposición ANMAT_2004_2819.pdf; ANMAT, 2007. En: http://www.anmat.gov.ar//codigoa/Capitulo14.htm. Ariza L, 2006. Asteraceae. En: Flora medicinal de la Provincia de Córdoba, Argentina. Córdoba, Museo Botánico. Pp. 291-493. Blumenthal M, 2000. Herbal medicine. Newton, MS, Integrative Med. Communications. Bowman BA & RM Russell, 2003. Conocimientos actuales sobre nutrición, 8º ed. Washington, OPS, Publ. Ci. y Téc. nº 592. BP (British Pharmacopoeia Commision, ed.), 2007. London, The Stationery Office. De la Peña MR & JF Pensiero, 2004. Plantas Argentinas, Catálogo de Nombres Comunes. Buenos Aires, L.O.L.A. Del Vitto LA, EM Petenatti & ME Petenatti, 1997. Multequina 6, 49-66. Dushenkov V & al., 1995. Environm. Sci. & Technol. 29, 1239-1245. Epstein E & AJ Bloom, 2005. Mineral nutrition of plants: principles and perspectives, 2º ed. Sunderland, MD, Sinauer. Freire SE, 1995. Asteraceae, Tribu IV, Inuleae. En: Flora Fanerogámica Argentina, fasc. 14. Buenos Aires, Proflora/CONICET. Mark PE & al., 2000. Food Chem. 77, 181-188. Martínez-Crovetto R, 1981. Las plantas utilizadas en Medicina Popular en el Noroeste de Corrientes (R. Argentina). Tucumán, Fund. Miguel Lillo, Misc. nº 69. Orvig C & MJ Abrams, 1999. Chem. Rev. 99 (9), 2201-2204. Taiz L & E Zeiger, 2002. Plant physiology, 3º ed. New York, Sinauer. Toursarkissian M, 1980. Plantas Medicinales de la Argentina. Buenos Aires, Hem. Sur. USP 30/NF 25, 2007. U.S. Pharmacopeia 30 and Natl. Formulary 25. Rockville, MD, United States Pharmacopoeial Convention. 3 vols. WHO, 1996. Trace elements in human nutrition and health. Geneva, WHO. WHO, 1998. Quality crontol methods for medicinal plant materials. Geneva, WHO.Plantas medicinales autóctonas de la Argentina, 2º ed. Buenos Aires, Fitociencia. ANMAT, 1999. En: http://www.anmat.gov.ar/Legislación/Medicamentos/Disposición ANMAT_2673-1999.pdf ANMAT, 2004. En: http://www.anmat.gov.ar//normativa/normativa/Medicamentos/ Disposición ANMAT_2004_2819.pdf; ANMAT, 2007. En: http://www.anmat.gov.ar//codigoa/Capitulo14.htm. Ariza L, 2006. Asteraceae. En: Flora medicinal de la Provincia de Córdoba, Argentina. Córdoba, Museo Botánico. Pp. 291-493. Blumenthal M, 2000. Herbal medicine. Newton, MS, Integrative Med. Communications. Bowman BA & RM Russell, 2003. Conocimientos actuales sobre nutrición, 8º ed. Washington, OPS, Publ. Ci. y Téc. nº 592. BP (British Pharmacopoeia Commision, ed.), 2007. London, The Stationery Office. De la Peña MR & JF Pensiero, 2004. Plantas Argentinas, Catálogo de Nombres Comunes. Buenos Aires, L.O.L.A. Del Vitto LA, EM Petenatti & ME Petenatti, 1997. Multequina 6, 49-66. Dushenkov V & al., 1995. Environm. Sci. & Technol. 29, 1239-1245. Epstein E & AJ Bloom, 2005. Mineral nutrition of plants: principles and perspectives, 2º ed. Sunderland, MD, Sinauer. Freire SE, 1995. Asteraceae, Tribu IV, Inuleae. En: Flora Fanerogámica Argentina, fasc. 14. Buenos Aires, Proflora/CONICET. Mark PE & al., 2000. Food Chem. 77, 181-188. Martínez-Crovetto R, 1981. Las plantas utilizadas en Medicina Popular en el Noroeste de Corrientes (R. Argentina). Tucumán, Fund. Miguel Lillo, Misc. nº 69. Orvig C & MJ Abrams, 1999. Chem. Rev. 99 (9), 2201-2204. Taiz L & E Zeiger, 2002. Plant physiology, 3º ed. New York, Sinauer. Toursarkissian M, 1980. Plantas Medicinales de la Argentina. Buenos Aires, Hem. Sur. USP 30/NF 25, 2007. U.S. Pharmacopeia 30 and Natl. Formulary 25. Rockville, MD, United States Pharmacopoeial Convention. 3 vols. WHO, 1996. Trace elements in human nutrition and health. Geneva, WHO. WHO, 1998. Quality crontol methods for medicinal plant materials. 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Taiz L & E Zeiger, 2002.