Gasto en servicios de salud mental: Estudio en un grupo de países y comparación con el caso Argentino

GONZÁLEZ, GISELA PAULA; FERNANDO LAGO; NEBEL MOSCOSO

Tandil

Congreso; 1º Congreso Provincial de Salud Mental y Adicciones; 2017

Ministerio de Salud Provincia de Buenos Aires

IntroducciónUna de cada cuatro personas desarrolla uno o más trastornos mentales o conductuales en algún momento de la vida, tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo. El impacto económico de las enfermedades mentales se relaciona con la disminución del ingreso personal debido a la pérdida de productividad de la persona enferma (y frecuentemente de sus cuidadores) así como al aumento de la utilización de los servicios de atención de la salud. Objetivos En este capítulo se propone hacer una revisión de cuánto representan el gasto total en salud, en salud mental y en psicofármacos (todos como porcentaje del Producto Bruto Interno) en un grupo de países desarrollados y en vías de desarrollo. ResultadosConclusiónDe los casos analizados, Argentina es el país que menos invierte en salud en general, y en salud mental en particular, como porcentaje de su PBI. El gasto en salud se encuentra muy por debajo del realizado por los países de ingresos altos. Por otra parte, Argentina es el país que más gasta en medicamentos, duplicando las inversiones llevadas a cabo por Chile y Uruguay. Se observa una tendencia general en todos los países analizados hacia un aumento del consumo de psicofármacos y del gasto público en este tipo de medicamentos. Asimismo, la prevalencia de los trastornos mentales se muestra en aumento en todos los países analizados. Chile registra el mayor porcentaje de población con trastornos mentales, seguido por Brasil. Australia es la región con menor prevalencia de patologías psíquicas de los países analizados. Por su parte, Argentina posee una prevalencia de trastornos mentales similar a la de España, superando a Uruguay, Costa Rica y Estados Unidos. El trastorno depresivo es la enfermedad de mayor prevalencia en todas las regiones analizadas, seguido por el alcoholismo. ConclusiónEn los últimos 45 años las tasas de suicidio han aumentado en un 60% a nivel mundial. El suicidio es una de las tres primeras causas de defunción entre las personas de 15 a 44 años, y la segunda causa en el grupo de 10 a 24 años. Los trastornos mentales (especialmente la depresión y los trastornos por consumo de alcohol) son un importante factor de riesgo de suicidio en Europa y América; en los países asiáticos, sin embargo, tiene especial importancia la conducta impulsiva (OMS, 2012). España y Brasil, dentro de los países analizados, son los que poseen las menores tasas de suicidios. Uruguay, en cambio, presenta la tasa más elevada. Todos los países analizados cuentan con planes y programas de salud mental, sin embargo, únicamente Argentina, Brasil, España y Uruguay poseen una ley específica de salud mental. Las acciones en materia de salud mental de estos países siguen los lineamientos del proceso de reforma psiquiátrica iniciado a nivel mundial a partir de la Segunda Guerra Mundial. Las normas sobre salud mental que están vigentes en Uruguay fueron redactadas en la primera mitad del siglo pasado, siendo las más antiguas de los países analizados. Sin embargo, en 2015 las autoridades sanitarias presentaron un proyecto de ley al Parlamento, que propone modificaciones en el abordaje de la salud mental y que planea sustituir de manera total a la norma actual que data de 1936. Los planes y programas de los países de ingresos altos fueron elaborados en la década del noventa, mientras que los correspondientes a los países de ingresos medio altos se desarrollaron a partir del año 2000. Argentina y Costa Rica son los países que más demoraron en establecer sus planes y legislaciones en materia de salud mental.