INVESTIGADORES
SOARES Lucas
congresos y reuniones científicas
Título:
Filosofar como un poeta. Relaciones entre poesía y filosofía en el inicio presocrático
Autor/es:
LUCAS SOARES
Lugar:
San Martín
Reunión:
Congreso; Primer Congreso Internacional de Ciencias Humanas: ?Humanidades entre pasado y futuro?; 2019
Institución organizadora:
Universidad Nacional de San Martín
Resumen:
Hay algo que suele pasar inadvertido cuando hablamos acerca de los inicios del pensar occidental, y que incluso puede llegar a resultar molesto para cierta gente que se dedica a la filosofía: que ella no surgió como un discurso lógico-racional y argumentativo, sino que aconteció, en el siglo VI a. C., básicamente como poesía. En su inicio presocrático, en efecto, la filosofía aparece hermanada al registro poético y se reviste de su aura justamente porque los poetas de los siglos anteriores, como Homero y Hesíodo, eran considerados ?maestros de verdad?. El registro poético, además de tratar sobre temas conocidos por todos, facilitaba la memorización que contribuía a una mayor divulgación de las doctrinas filosóficas incipientes. De alguna manera, podría decirse que algunos de los más reputados presocráticos, como Heráclito, Parménides y Empédocles, trafican filosofía a través de un formato o envase poético. De hecho, los célebres principios de la lógica ?el de identidad, el de no contradicción y el de tercero excluido? aparecen por vez primera enclavados de manera embrionaria en el poema de Parménides, y recién más tarde son enunciados y clasificados lógicamente por Aristóteles. Para algunos estudiosos, como por ejemplo Olof Gigon en su obra canónica Los orígenes de la filosofía griega, el primer filósofo presocrático no es Tales sino Hesíodo. ¿Qué es lo que me interesa subrayar con esto? Que la dimensión poética que la filosofía asumió en su inicio presocrático la dotó, en términos formales y de contenido, de algo que contribuyó en gran medida a la configuración de su discurso. Una dimensión poética que con los siglos el registro filosófico fue perdiendo, hasta volver a ser recuperada por Nietzsche en el siglo XIX, y prolongada por una tradición postnietzscheana (Heidegger, Deleuze, Foucault, etc.) que vino a repensar la labor filosófica desde una matriz literaria. De hallarse motivada, sobre todo en los siglos XVII y XVIII, por una racionalidad científica y matemático-deductiva, la filosofía pasó a estar, a partir de los planteos nietzscheano y heideggeriano, impulsada por un anhelo de afinidad con la obra de arte, y más puntualmente, por el intento de brindarle al poema un estatus filosófico. De alguna manera, Nietzsche y Heidegger ?declarados discípulos de algunos presocráticos?, en sus respectivas escrituras vienen a devolverle a la filosofía esa respiración poética que tenía en su inicio presocrático. Le restituyen aquel decir poético que le era tan consustancial desde su origen.