INVESTIGADORES
SOARES Lucas
congresos y reuniones científicas
Título:
Recepción poética en Platón y Aristóteles
Autor/es:
LUCAS SOARES
Lugar:
CABA
Reunión:
Jornada; Segundas Jornadas de Filosofía Antigua; 2018
Institución organizadora:
Sección de Estudios de Filosofía Antigua, Centro de Estudios Filosóficos Eugenio Pucciarelli, Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires
Resumen:
Desde el inicio de la República Platón advierte que para abordar el problema de la justicia, es necesario ocuparse prioritariamente de la paideía vigente y, dentro de ella, de las composiciones elaboradas por los poetas tradicionales. Tal prioridad asignada a la paideía en tanto piedra fundamental sobre la que se levanta el edificio teórico de la pólis proyectada se torna la prescripción fundamental que deben atender y vigilar los que en el futuro vayan a gobernar la ciudad. Sin una buena educación y crianza, en efecto, no pueden llegar a formarse los ciudadanos honrados y dignos, de cuya instrumentación dependen las diversas normativas dispuestas por Platón para tal pólis. Por ello una de las estrategias fundamentales aplicada por Platón en los libros II, III y X de la República apunta a ?purgar? o ?limpiar? (kathaireîn, República III 399e5, e8; VI 501a2-7) las bases mismas de la paideía tradicional de tipo gimnástico-musical, la cual a través de sus mitos, poemas, melodías y ejercicios corporales moldeó negativamente, a su criterio, el carácter de los niños y jóvenes. Tal purgación pedagógica apunta a allanar el terreno para poder inventar otro tipo de educación que -aun implicando por momentos contenidos falsos o ficticios- sea más acorde al objeto de la indagación, esto es, la justicia en su doble y recíproco cumplimiento (psíquico y político), y a la correcta instrucción de los futuros guardianes de la pólis, desde su niñez en adelante. Pero la crítica platónica a la tradición poética que va de Homero a los trágicos y cómicos no gira sólo en torno de la depuración radical de sus formas y contenidos, sino también alrededor del tipo de receptor de esa tradición y, más puntualmente, al tipo de psicología que Platón supone en él, dejando entrever una configuración tentativa de lo que hoy llamaríamos una ?psicología del receptor poético?. En efecto, uno de los puntos principales de esta crítica, tanto en su dimensión religiosa como en la ético-política, ontológica, epistemológica y psicológica, radica en la descripción del alma y carácter de los niños, jóvenes e incluso adultos que se nutren de aquella tradición, ya sea en términos auditivos, de lectura o de contemplación de representaciones poéticas. Platón no deja de reiterar a lo largo de la República ?y de reforzar en algunos pasajes de las Leyes? el carácter pasivo, acrítico y moldeable de tales receptores, haciendo sobre todo hincapie en la ausencia de un criterio de distinción respecto de lo que es bueno y de lo que es malo (República II 377b1-378e3; V 475b11-c2; VIII 560b7-10; Leyes III 687d9, XI 929c5-6). De ello me interesa hablar en este trabajo.