INVESTIGADORES
SOARES Lucas
congresos y reuniones científicas
Título:
La téchne de la caza de hombres. La dimensión práctica del saber erótico de Sócrates en el Banquete
Autor/es:
LUCAS SOARES
Lugar:
Pisa
Reunión:
Simposio; X Symposium Platonicum: Plato?s The Symposium; 2013
Institución organizadora:
Università di Pisa
Resumen:
Ante la propuesta de Erixímaco de elogiar al dios Éros, Sócrates confiesa en el Banquete que él se encuentra en óptimas condiciones para hacerlo dado que no sabe (epístasthai) acerca de otra cosa que de asuntos eróticos (tà erotiká, Smp. 177d6-e3; Jenofonte, Mem. II, 6, 28). Esta afirmación no debería llamarnos la atención si no viniera de alguien que justamente encontró en la profesión de ignorancia su tono filosófico, tal como se lee en la Apología, donde Sócrates interpreta el mensaje oracular relativo a su sabiduría señalando que él es el más sabio de entre todos los hombre, por cuanto advierte que en lo que toca a la sabiduría no vale en verdad nada (Ap. 23a3-b4; Aristóteles, SE 183b7-8). La pregunta que naturalmente surge ante dicha confesión socrática sería entonces: ¿qué es lo que puntualmente sabe Sócrates acerca del amor, y qué dimensiones se hallan implicadas en tal tipo de saber? ¿Cómo se presenta a sí mismo en relación con el amor alguien que no sólo admite quedar estupefacto ante los jóvenes bellos, sino también ejercitarse (askeîn) especialmente en los asuntos amorosos e incitar a otros a hacerlo (Smp. 194d1-4, 211d3-8, 212b5-7)? Partiendo de tales interrogantes, me interesa en este trabajo examinar, en primer lugar, la dimensión práctica (áskesis) comprometida en el saber erótico socrático, la cual, basándome, además del Banquete, en algunos pasajes de diálogos platónicos tempranos (Ly. 204b8-c2, 206a1-4; Chrm. 154b8-10, 155c5-e3, 157a4-5; Grg. 481d1-5; Mx. 236c8-d2; Men. 76a9-c2; 79e7-80d4) y de Jenofonte (Mem. II, 6, 10-13, 28-30; Smp. IV 27-28; VIII 2 1-4), podría definirse -tomando en préstamo terminología del Sph. 222d3-e3- como una téchne de la persuasión erótica o de la caza de hombres (théra anthrópon), cuyo despliegue presupone en el Banquete tres rasgos característicos: i) cierta facilidad de conocer al que ama y al que es amado (Ly. 204b8-c2); ii) capacidad de resistencia frente al ?tiránico? encanto (Men. 76a9-c2) de los jóvenes bellos; iii) la ironía (eironeía), cuya potencia se expresa en términos eróticos mediante la simulación de enamoramiento con vistas a invertir la posición de erastés por la de erómenos de los jóvenes bellos (Smp. 216e4-5, 222b3-4), para hacer nacer así en éstos la máxima del cuidado del alma y una firme disposición hacia el saber. En segundo lugar, me propongo analizar qué relación guarda tal áskesis erótica socrática con el saber de carácter teorético-eidético que corona el ascenso erótico establecido por Diotima. A fin de compaginar ambas vertientes del saber erótico de Sócrates, sostengo que la dimensión práctica del saber comprometido en la téchne de la caza erótica vendría a representar la antesala necesaria de la dimensión teorética implicada en el saber erótico de tipo eidético ubicado en el último grado del ascenso erótico. Tal compaginación permitiría iluminar y dar cuenta de la doble vertiente (práctica y teorética) del saber erótico que Sócrates reconoce tener en Banquete.