INVESTIGADORES
SOARES Lucas
capítulos de libros
Título:
El Aristófanes trágico de Platón
Autor/es:
SOARES, LUCAS
Libro:
Ética, política y estética en la Grecia clásica. Ensayos en homenaje a Victoria E. Juliá
Editorial:
Biblos
Referencias:
Lugar: CABA; Año: 2019; p. 183 - 204
Resumen:
En el marco de su análisis de la aspiración a la autosuficiencia racional en el pensamiento ético griego, aspiración basada en el deseo de poner a salvo de la fortuna (túche) el bien de la vida humana mediante el poder de la razón, Martha Nussbaum concibe al diálogo platónico como un nuevo tipo de ?literatura? o de ?teatro antitrágico? capaz de desarrollar el potencial de racionalidad objetiva de sus destinatarios, y de salvar así la vida humana de la vulnerabilidad a la fortuna, la cual cumplía como es sabido un papel central en la tragedia ática clásica. Si la esencia de la tragedia pasa por poner en escena la lucha entre la ambición de trascender los límites de lo humano y el reconocimiento de la ruina que ello acarrea o, en una palabra, por mostrar los problemas relativos a la vulnerabilidad y al carácter mortal del ser humano, la forma dialógica platónica vendría a erigirse así como una alternativa frente a la poesía trágica. El problema que encierra esta tesis sobre el teatro antitrágico de Platón es que la misma no termina de ajustarse a la mixtura y complejidad de elementos tragicómicos (entre otros) que despliega un diálogo de madurez como el Banquete, motivo por el cual Nussbaum debe reconocer que este diálogo constituye una excepción a la regla. Tal excepción puede leerse más concretamente en la concepción del poeta tragicómico como modelo del verdadero artista que aparece al término del Banquete. La pregunta que se desprende naturalmente de este pasaje es quién, de entre los selectos oradores participantes del encomio a Eros, encarna en el Banquete a ese hombre capaz de componer tragedia y comedia a la vez. En lo que sigue, me interesa arriesgar algunas opciones interpretativas respecto de esta última escena protagonizada por Sócrates, Agatón y Aristófanes: o bien para Sócrates el más claro exponente de su concepción del artista es Aristófanes; o por el contrario, en la medida en que el poeta trágico Agatón consideraba que su encomio a Eros tenía ?parte de broma y parte de comedida gravedad?, es este poeta el más fiel representante de la definición socrática del artista; o, en tanto eran obligados por Sócrates a admitir tal concepción, ni Agatón ni Aristófanes la representan ya que cada uno de ellos se desempeña con soltura sólo dentro de su género respectivo, y no en ambos a la vez; o bien Sócrates esgrime su definición del artista ideal ante estos dos poetas (y no ante otros) porque veía que ellos eran, en potencia, los que podían llegar a poner en acto tal concepción. O también podría pensarse que la concepción socrática no es más que una referencia indirecta a Platón mismo, pues al fin y al cabo es él quien, al escribir el Banquete, logró fundir en este diálogo diferentes géneros discursivos (entre ellos el trágico y el cómico).