CIECS   20730
CENTRO DE INVESTIGACIONES Y ESTUDIOS SOBRE CULTURA Y SOCIEDAD
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
INCENDIANDO BOSQUES, BROTANDO LUCHAS: Reverdeciendo colectivamente tras los incendios del capital en Argentina.
Autor/es:
DEON, JOAQUÍN ULISES
Revista:
Sin Miga
Editorial:
Sin Miga
Referencias:
Lugar: San Miguel de Tucumán; Año: 2021
Resumen:
El presente trabajo analiza el violento accionar patriarcal-colonialista y del capital, del tomar a la tierra como la hoja en blanco donde el signo del dinero se puede dibujar. Sí, efectivamente, dibujar con monocultivos de edificios, de especulaciones inmobiliarias, con soja, caña de azúcar, títulos de fideicomisos, dólares, inversiones ganaderas, títulos accionarios o máquinas megamineras. Así arrancan los fuegos que aquí hemos de analizar. Los incendios como un acto de limpieza que busca borrar las formas de vida, los saberes a ella relacionados, las personas en comunidades a éstos hermanados. En este borrón y cuenta nueva ya no se usa al fuego como herramienta de manejo de la tierra, sino que se usa a los incendios en el Gran Chaco, el Litoral-Delta y el Espinal como maquinaria destructivista para activar el uso extractivista de la tierra de miles de hectáreas con una combustión intencionada. No hablamos del uso del fuego puntualizado en áreas acotadas y con prácticas culturales transhistóricas como las desarrolladas por comunidades indígenas y campesinas simbiotizadas con los ambientes que ancestralmente habitan. Hablamos de los incendios del desarrollismo.En Argentina, desde enero hasta noviembre de 2020, se registraron unas 1.255.000 hectáreas incendiadas. 410.000 hectáreas sólo en Córdoba, 350.000 en el litoral (islas y márgenes del Paraná), y las restantes en el Chaco, Formosa, Catamarca, San Luis, Santiago del Estero y Tucumán. Estos humos, antes bosques, no son el granito de arena, sino las topadoras y camionadas de aportes que Argentina sumó a la emergencia climática global en 2020 en plena pandemia. Lo local es aquí interpretado en clave global, pues con los incendios se aportan miles de toneladas de cenizas y gases de efecto invernadero a la atmósfera, se desnudan suelos que después inundarán y harán faltar el agua. Por todo ello aquí nos planteamos ¿qué nuevos negocios abre el capital a pesar de estar prohibido por leyes harto conocidas el desmonte y los incendios para ello? Las nuevas tierras para el agro y el negocio minero de canteras o el inmobiliario de barrios cerrados destruyen los suelos aportando riesgos, catástrofes y vulnerabilidades locales y regionales en el contexto de dicha emergencia climática global.Mediante un análisis de los acontecimientos incendiarios del capital extractivista en el Chaco serrano durante el año 2020, y de los cambios en el uso de la tierra en la última década se propone aportar, con metodologías de investigación co-participadas y militantes en defensa de los bienes comunes, a profundizar el estudio del uso actual de los incendios como maquinaria para el desmonte. Finalmente se avanzará en visibilizar las nuevas organizaciones sociales de base e institucionalidades que disparó la lucha. Brigadistas, voluntarios y asambleas socio-ambientales buscando frenar los incendios primero, y los negocios después; desde comunidades cada vez más sensibilizadas y afectivizadas con el monte y las cuencas serranas.