INVESTIGADORES
VANELLA Fabian Alberto
congresos y reuniones científicas
Título:
SUSCEPTIBILIDAD A TEMPERATURAS EXTREMAS (FRIO Y CALOR) DE LA MOJARRA Astyanax Eigenmanniorum SOMETIDA DISTINTAS TEMPERATURAS DE ACLIMATACION
Autor/es:
F. A. VANELLA; M. GUTIÉRREZ
Lugar:
Corrientes, argentina
Reunión:
Jornada; VI Jornadas de Ciencias Naturales del litoral Dr. Joaquín Frenguelli; 1997
Institución organizadora:
Asociación de Ciencias Naturales del Litoral
Resumen:
 La tolerancia térmica de un pez constituye un importante factor a tener en cuenta cuando se busca definir su ambiente ideal. Este dato puede servir como base para comprender mejor su distribución geográfica, comportamiento migratorio, distribución  local dentro de la masa de agua y demás variables ecológicas que tienen que ver con la temperatura ambiente.            También puede ser útil a la hora de intentar su protección, introducción o reintroducción, en un ambiente disturbado por contaminación térmica o por la inserción de otro agente biológico. Estudios anteriores han demostrado que la resistencia de un determinado individuo depende, entre otras cosas, de su historia térmica anterior; dicho de otro modo, a qué temperatura se encuentra aclimatado. A diferentes temperaturas de aclimatación corresponde diferentes temperaturas extremas de resistencia, tanto al frío como al calor. No existe manera alguna de conocer a priori, dicho rango de tolerancia, siendo este propio de cada especie y de cada temperatura de aclimatación. Nuestro estudio se basa en una serie de experimentos en donde grupos de 5 ejemplares de mojarra (A. eigenmanniorum) son llevados durante 24 horas a una Temperatura de Exposición o Te., luego de haber pasado por un período de 8 días a una Temperatura de Aclimatación o Ta. El pasaje de Ta. a Te. es inmediato y brusco. Pasados las 24 horas, se cuentan los animales que hayas volteado, obteniéndose mediante métodos estadísticos (Transformación Probit) una Temperatura letal 50 o TL50, para cada temperatura de aclimatación. (TL50: temperatura a la cual “voltea” el 50 % de los individuos, sobreviviendo el resto por tiempo indefinido. Si se grafican las distintas TL50 versus las Ta., se obtienen dos curvas de mortalidad, una para alta y otra para bajas temperaturas. El área que queda comprendida entre las dos curvas se denomina Área de Tolerancia Térmica para cada especie. Cabe señalar que no se trabaja en realidad con temperatura de muerte. Esto sería muy difícil, ya que no se puede precisar el momento exacto, sobre todo a bajas temperaturas. Por otro lado se consiguen buenos resultados sin tener que recurrir al sacrificio de una cantidad considerable de mojarras. Por todo esto, en realidad trabajamos con temperaturas de “volteo”, a partir de las cuales el animal pierde el equilibrio y “voltea” sobre uno de los flancos. Estudios previos han demostrado que esta situación no es irreversible. Si la permanencia en una Te. no es demasiado larga, el pez puede recuperarse totalmente al ser llevado a otra Te. similar o igual a la Ta.