INVESTIGADORES
CASCO Sylvina Lorena
congresos y reuniones científicas
Título:
¿Forestaciones o...biodiversidad en el futuro de Corrientes?
Autor/es:
NEIFF, J.J.; CASCO, S.L.; GIRAUDO, A. R.; ALVAREZ DE AVANZA, B.B.
Lugar:
Resistencia (Chaco)
Reunión:
Jornada; Comunicaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad Nacional del Nordeste.; 2002
Institución organizadora:
Universidad Nacional del Nordeste
Resumen:
 El sector forestal correntino ha evidenciado un crecimiento constante, llegando a ser un pilar importante en la economía provincial como fuente de trabajo y generadora de servicios asistenciales para el personal involucrado. En el año 1994, la actividad forestal abarcaba 142.000 hectáreas (1.6% del total provincial) divididas en 74.000 hectáreas de Pinus elliotti, P. taeda y P. caribea y 68.000 hectáreas de Eucalyptus grandis.  Desde el año 1995 al corriente se habría producido un incremento mayor al 25% (equivalente a unas 40.000 hectáreas forestadas), con la expansión de grandes productores forestales, que utilizan grandes extensiones de tierras con suelos aptos y con estructura parcelaria favorable (pocos lotes de grandes dimensiones) en el NE de la Provincia. La Provincia de Corrientes tiene cerca de 220.000 hectáreas implantadas, alcanzando su mayor desarrollo en los departamentos de Ituzaingó, Santo Tomé, Paso de los Libres y Concepción. Los servicios ecológicos que prestan los proyectos forestales están referidos a las funciones que regulan y mantienen la estabilidad del paisaje a través de procesos fundamentales (flujos biogeoquímicos, oferta de hábitat, escorrentía, la disponibilidad de agua limpia) y que posibilitan el cumplimiento de funciones vitales como el valor escénico, corredores para animales y personas, atenuación de inundaciones, contención de suelos, reducción de deslizamientos, detoxificación de las aguas, conservación de la biodiversidad, entre otros.Un escenario hipotético de sustitución total de los paisajes prístinos por bosques, induciría probablemente a condiciones catastróficas de segregación de especies y a la supervivencia de un paisaje muy simplificado, con consecuencias difíciles de valorar.La preservación y protección de los ecosistemas es la base de todo proyecto que pretenda el desarrollo sostenible, lo que implica la selección sabia y racional de los sitios aptos, dejando intactos aquellos paisajes que, como los bosques, algunos pastizales y los humedales, requieren ser conservados y mejorados, para recuperar la biodiversidad de los ecosistemas prístinos. En esta contribución se presentan algunas pautas para la gestión de forestaciones, tratando de compatibilizar los mayores rendimientos forestales, con la receptividad del sitio y con la sensibilidad de los ecosistemas a procesos tales como erosión, segregación territorial de especies amenazadas o en peligro y modificación en la calidad de las aguas, entre otros. Los trabajos estuvieron focalizados a establecer las necesidades de preservación de sitios que, por su singularidad ecológica, merecieran ser áreas intangibles o recuperadas mediante acciones de gestión. Para el diagnóstico del ambiente se aplicó la Clasificación Ecológica de Tierras (ELC-Ecological Land Classification-) que jerarquiza cada paisaje por su importancia (configuración de los elementos de relieve, hidrología, suelos, vegetación, existencia de áreas de vida silvestre, dentro de una región o territorio). Es una herramienta útil para realizar controles periódicos de los cambios en el paisaje, utilizando las fuentes de información de los recursos naturales, mapas, sensores remotos y datos obtenidos en el campo. Se combinaron las aproximaciones tomadas en campo para describir los aspectos geológicos, edáficos y de vegetación, con la información obtenida en distintas escalas mediante imágenes satelitales Landsat 5 y Landsat 7, ampliadas a escala 1:100.000 y 1:50.000. Los muestreos de campo fueron referenciados con un posicionador satelital (GPS) para identificar, con mayor certeza, los accidentes del terreno y las unidades de paisaje y para comparar los resultados obtenidos por cada componente del paisaje, tomados por distintos equipos de trabajo. En cada punto de reconocimiento se identificó el tipo de vegetación, las características de los suelos, el tipo de escurrimiento, la presencia de cultivos y se reconoció la macrofauna. Los indicadores de complejidad tomados en el análisis fueron descriptores tales como número de especies y de individuos (en aves), de bioformas, diversidad alfa, estratificación, comparándoselos con los descriptores físicos de cada paisaje: tamaño de las parcelas, forma, proximidad, uso predominante, presencia de corredores y otros (Casco et al., 2001). Se analizaron cuatro macro-emprendimientos forestales de Corrientes, que tenían características distintas, conferidas por las especies forestales utilizadas, la secuencia de plantación, el tamaño y forma de las parcelas y la configuración del paisaje, especialmente a nivel de áreas nativas y de áreas intervenidas y se reconocieron las características y perfil de un número mayor de pequeños productores. Se observaron diferencias en el patrón de paisaje relacionadas con las transformaciones dadas por el uso del paisaje. Fue posible establecer diferencias entre pequeños y grandes productores forestales en relación a las posibilidades y límites que ofrecen sus actividades.  Los proyectos forestales que involucran pocas hectáreas (de 50 a 800) son, en su mayoría, antiguos (anteriores a 1980), cuando la legislación ambiental argentina no tenía las especificaciones conservacionistas actuales. Por lo tanto las plantaciones no presentan un diseño armónico, los rodales tienen tamaño mayor a lo recomendable y las parcelas son de una especie de pinos o eucaliptos generalmente coetáneas. No había criterios ecológicos de manejo del desrrame y no se observan condiciones conservacionistas en las operaciones de cosecha y manejo posterior de los predios. Las forestaciones de gran superficie que presentaron algún diseño relacionado con corredores y/o reservas, presentaron una diversidad de plantas y animales mayor que otras forestaciones carentes de planificación ambiental a través del trazado de tales corredores y reservas. Estas empresas dispusieron de medios humanos e instrumentales para el monitoreo ambiental y el control de contingencias ambientales (fuego, contaminación, plagas) y realizaron los estudios que estipula la ley provincial 5067 para evaluación ambiental. En términos generales, se observa una preocupación mayor por el cuidado del ambiente, si bien los forestadoras no conocen enteramente los servicios ecológicos y económicos, que pueden surgir de una utilización conservacionista del ambiente. Hay una tendencia generalizada en los sectores involucrados en proyectos forestales, a creer que la gravedad de los impactos se relaciona con el tamaño de las parcelas, al punto que la ley 25.080 de promoción de las actividades forestales, exime de estudios ambientales a quienes promueven proyectos menores de 100 hectáreas. En nuestro criterio, esto es un error porque la adición de muchas parcelas pequeñas (no prohibido en la legislación) podría configurar un escenario desfavorable debido a la fragmentación y a otros procesos de deterioro ambiental. Los resultados obtenidos por Casco et al. (2001) indican que las forestaciones podrían tener impactos moderados a bajos, si se observaran pautas ecológicas de manejo del paisaje. El análisis global de las forestaciones en Corrientes permite ratificar esos resultados. No conviene utilizar el análisis global de biodiversidad de los predios forestales (como se obtendría por adición de especies animales y vegetales componentes) debido a que los distintos componentes de esta biodiversidad funcionan distinto: a) Mientras que en los bosques nativos hay una mayor riqueza de especies de plantas, de aves y de mamíferos, la mayor riqueza de anfibios y reptiles se registra en bañados, esteros, pastizales y caseríos. b) Existe un factor de contexto que debe ser ponderado en el momento de estudiar la complejidad biótica y el impacto de una forestación. Una parcela de determinado tamaño y forma, puede albergar muy diferente número de especies animales y vegetales, en tanto se encuentre en medio de otras forestadas con la misma especie, o esté ubicada en medio de otras de distintos usos como té, yerba, ganadería, cultivos de aromáticas, etc. (Casco et al., 2001). c) En paisajes fuertemente degradados por sobrepastoreo, fuego, roturado frecuente del suelo, erosión hídrica, la instalación de parcelas forestales tiene impactos positivos para la corrección de los procesos de deterioro y para aumentar la receptividad y complejidad del paisaje. d) Puntualmente, se observó alta riqueza específica de animales y plantas en bosques de eucaliptos que fueron dejados sin tratamientos posteriores (improductivos, con desarrollo de bosques secundarios en su interior) en los que los valores de aves (por ejemplo) fueron iguales o superiores a los encontrados en el monte nativo. La mayor riqueza de especies vegetales ya ha sido reconocida en Corrientes, por otros estudios (Barrett y Tressens, 1996). El desarrollo forestal sostenible implica considerar la protección y el mantenimiento de la biodiversidad. Para esto es necesario tener en cuenta algunos criterios de gestión: a) Procurar la mayor ecodiversidad (parcelas de distintos usos intercaladas en un patrón prediseñado). b) Cuidar y mejorar reservas de paisaje nativo. c) Implementar corredores de fauna tanto de pastizales, bosques y humedales nativos y arbolado con especies nativas. d) Compatibilizar los contornos de las unidades de uso con la forma del terreno. e) Evitar cuadros mayores de 30 hectáreas y las formas geométricas. f) Intercalar en las plantaciones parcelas de un uso distinto que el forestal. g) Dejar los parches con distintas especies o –al menos- si fueran de la misma especie, de edad diferente. h) Respetar los criterios escénicos, logrando la mayor visibilidad posible. i) No alterar los humedales, con acciones de desagüe o quitándoles agua. j) Implementar franjas buffer en el contacto con humedales y paisajes sensibles. k) No alterar el escurrimiento ni el valor escénico con caminos y obras. Se recomienda el raspado de banquinas laterales y no la construcción de pozos (préstamos) para extraer tierra. l) Identificar en el terreno la presencia de especies amenazadas y hábitats importantes para éstas. m) Monitorear activamente los proyectos (productores, operarios, contratistas, con apoyo de profesionales).