La dimensión ética del testimonio histórico del último Ricoeur

ESTEBAN LYTHGOE

Santa Fe

Jornada; IX Jornadas de Fenomenología y Hermenéutica; 2011

Círculo de Fenomenología y Hermenéutica de Santa Fe - Paraná

La Memoria, la historia y el olvido puede ser leída como un libro fundamentalmente de filosofía teórica, que comienza con una fenomenología de la memoria, continúa con una epistemología de la historia y ambas quedan articuladas por una ontología de la condición histórica. Desde esta perspectiva, se haría una lectura epistemologizante de la tesis de que “…el testimonio constituye la estructura fundamental de transición entre la memoria y la historia.” , alineando así a Ricoeur dentro de la larga tradición iniciada por David Hume. Esta posición sería incluso reforzada por el hecho de que el desarrollo de este concepto se realiza en la segunda parte dedicada a la epistemología de la historia. La carga ética presente en la atestación, definitoria del testimonio y ligada a la oposición fiabilidad – sospecha, acaba por ser relativizada y subsumida nuevamente al plano teórico cuando se afirma que es un cierto tipo de creencia o un modo aléthico alternativo al de la verdad por correspondencia. Y, sin embargo… Y, sin embargo, es posible encontrar otras pautas prácticas dentro de la obra, que si bien no refieren necesariamente al testimonio que nos obligan a reconsiderar la cuestión. Estas comienzan con la problemática del uso y el abuso de la memoria, su toma de posición dentro del Debate de los historiadores, y el breve pero contundente planteo acerca del perdón. Si a esto le sumamos el hecho de que Ricoeur ha escrito varios artículos en torno al problema ético del testimonio, somos de la posición que es necesario reconsiderar esta hipótesis. En el presente artículo quisiéramos volver a la noción ricoeuriana del testimonio, y específicamente a su tratamiento en MHO, pero desde una lectura ética. Nuestra hipótesis es que esta obra puede entenderse como una aplicación en el marco de la filosofía de la historia de la posición defendida en artículos como “Emmanuel Lévinas, penseur du témoignage” y sus lecciones sobre Otro modo que ser o más allá de la esencia. Esta posición, cercana a la de Jean Nabert y contrapuesta a la de Heidegger y de Lévinas, donde se concibe la encarnación de la ética en la facticidad histórica.