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Los residuos lignocelulósicos son polímeros renovables de las paredes celulares de madera y células vegetales, considerados precursores potencialmente sustentables. La sustentabilidad no es un estado estable sino un proceso de construcción constante, es la capacidad que tiene una sociedad para hacer un uso consciente y responsable de sus recursos, sin agotarlos o exceder su capacidad de renovación, y sin comprometer el acceso a estos por parte de las generaciones futuras [1]. El bioetanol y sus mezclas son los líquidos más utilizados como biocombustibles para el transporte debido a sus grandes ventajas ambientales. El bioetanol lignocelulósico despierta aún más interés pues la materia prima no está destinada a ser fuente de alimentos, es ecológico y tiene índices de conversión elevados. Por otro lado, los supercapacitores, como dispositivos de almacenamiento de energía, son considerados una fuente de energía de alta potencia, prometedora para vehículos eléctricos híbridos, sistemas de telecomunicación digital, etc. Los carbones activados son considerados uno de los candidatos más prometedores para constituir electrodos de supercapacitores debido a su gran superficie específica y buenas propiedades electroquímicas. La industria olivícola forma parte de las principales actividades económicas de la Región de Cuyo con alrededor de 70.000 hectáreas cultivadas. El cultivo de los olivares en la región genera grandes cantidades de restos de poda, con una producción media de unos 2.000 kg/ha.año, por lo que se estima que anualmente se generan cerca de 140.000 toneladas de este residuo. Esta gran cantidad de material lignocelulósico genera expectativas sobre su empleo en una variedad de alternativas de aprovechamiento que, a la vez, mitiguen los problemas de disposición final y de contaminación ambiental. El objetivo de este trabajo es analizar la sustentabilidad a escala industrial de dos vías de aprovechamiento de los restos de poda de olivo: la obtención de bioetanol por vía fermentativa y la producción de materiales porosos para su aplicación en supercapacitores. Se analizó el cambio de escala para el análisis de sustentabilidad de ambos procesos industriales a través de una ?matriz de análisis de indicadores principales?, en la que se plasmaron los principales indicadores ambientales, económicos y sociales.A partir del análisis de cada proceso, se identificaron las operaciones unitarias principales y realizaron los balances de masa y energía correspondientes. Se identificaron los impactos en forma cualitativa y cuantitativa, desde el punto de vista ambiental, económico y social, construyendo los indicadores correspondientes. A partir de la aplicación de la metodología mencionada se pudo concluir que obtener materiales porosos a partir de restos de poda de olivo y destinarlos a la producción de supercapacitores es la elección que tiene más perspectivas de ser un camino sustentable de valorización.