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En Argentina, el topinambur (Helianthus tuberosus L.) es una especie poco difundida aunque podría considerarse un alimento funcional debido a que acumula reservas en forma de fructanos, principalmente inulina. En la Norpatagonia esta especie se encuentra difundida con uso ornamental formando cercos vivos, desconociéndose su utilidad para la alimentación humana. Se realizó un estudio de propiedades físicoquímicas y almacenamiento de tubérculos de topinambur, con el objeto de evaluar posibles aplicaciones en la producción de alimentos funcionales. Se cosecharon tubérculos (cultivares "blancos") a partir de 1 x 0,3 m lineales de cercos vivos procedentes de zonas urbanas (U) y rurales (R) de Villa Regina (Río Negro). Una vez cosechados, los tubérculos se lavaron, desinfectaron y se clasificaron en calidad hortícola (H, peso ≥ 20 g) e industrial (I, peso entre 4-20 g) evaluando rendimiento. Se llevó a cabo un análisis composicional, determinando los contenidos de agua a 105±1°C por gravimetría, proteínas (método de Kjeldahl), grasas totales (método de Soxhlet), cenizas por método gravimétrico y los carbohidratos totales se obtuvieron por diferencia. Los sólidos solubles se midieron por refractometría y los contenidos de glucosa, fructosa, sacarosa e inulina se determinaron por cromatografía líquida (HPLC-IR). Se utilizó fotocolorimetría (espacio CIELab) para la medición del color de la epidermis y la pulpa. Se evaluó además la conservación a 4°C y 20°C durante 1 mes registrando la pérdida de peso. Se obtuvo mayor rendimiento a partir de tubérculos U (9-11 kg/m2) en comparación con los R (2,6-5,6 kg/m2), donde el 37,5-39,9% y el 0-8,1% correspondieron a calidad H, respectivamente. Los tubérculos UH presentaron un contenido proteico mayor (13,4±0,2%) y el menor contenido de cenizas (4,99±0,04%), en comparación al resto de las muestras (p