INIBIOMA   20415
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN BIODIVERSIDAD Y MEDIOAMBIENTE
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Plasticidad del comportamiento pro-social
Autor/es:
MARIANA LOZADA
Reunión:
Conferencia; Sexto Encuentro de Psicologia Positiva; 2011
Resumen:
Plasticidad del comportamiento pro-social: Un estudio de caso en niños de 1er grado.   En este estudio preliminar evaluamos los efectos de una intervención cuyo objetivo era promover el comportamiento pro-social en niños de 6-7 años de una escuela pública de Bariloche, Argentina. La investigación se realizó en 41 niños de 1er grado (A y B). Uno de los grados fue asignado al azar como grupo testigo y el otro como grupo objetivo. La intervención consistió en 10 sesiones semanales de 50 min. En el grupo experimental se efectuaron prácticas de atención plena (mindfulness), actividades cooperativas y contextos de seguridad emocional. En el grupo testigo, se presentaron relatos y videos de diversas temáticas. Luego, en ambos grupos, los niños realizaron actividades plásticas, durante las cuales se registraron comportamientos agresivos y pro-sociales. Encontramos que después de la intervención, el comportamiento altruista incrementó significativamente en el grupo objetivo (Z = 2.14; N=19, p< 0.03), mientras que en el grupo testigo no se observó una variación significativa (Z = 0.17; N=20, p> 0.87). También observamos que la frecuencia de comportamientos agresivos fue menor en el grupo objetivo que en el grupo testigo (Z= 2.46; N 1,2=  20, 21; p<0.014). Es interesante destacar como la práctica de atención plena mejoró a lo largo de la intervención, dado que el número de interrupciones disminuyó significativamente al comparar la primera y la última sesión (0.83 vs. 0. 17 respectivamente, p<0.0001). Asimismo, la proporción de niños que interrumpió la práctica fue significativamente menor durante la última sesión (10%) respecto a la primera (43%) (p< 0.01). Este trabajo,  basado en el marco teórico de la cognición corporizada, da cuenta de que la atención plena, instancias de seguridad emocional y actividades cooperativas promueven el comportamiento pro-social en niños, disminuyendo niveles de agresividad. Esta experiencia demuestra la alta plasticidad de estos comportamientos, y el poder de transformación positiva que brinda el contexto escolar.