ISES   20394
INSTITUTO SUPERIOR DE ESTUDIOS SOCIALES
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Clase y masculinidad en la agroindustria azucarera durante el primer peronismo
Autor/es:
FLORENCIA GUTIERREZ
Lugar:
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Reunión:
Taller; Taller de Historia Social, Género y Derechos; 2013
Institución organizadora:
Instituto Interdisciplinario de Estudios de Género, UBA
Resumen:
A fines del siglo XIX, una de las expresiones que asumió el auge azucarero tucumano fue la configuración de universos laborales eminentemente masculinos y jerarquizados. Probablemente, la fisonomía espacial y arquitectónica de los pueblos, que nacieron impulsados por la actividad de los ingenios, constituyó la expresión más acabada de los contrastes y diferencias sociales vinculadas a las labores productivas. La mayor o menor cercanía de las viviendas de los trabajadores con la fábrica y su disímil tipo de construcción proyectaban las desigualdades socio-laborales existentes entre el personal jerárquico, los técnicos y empleados administrativos y el conjunto obrero. Éste último escindido entre los trabajadores permanentes y quienes llegaban de las provincias y regiones vecinas para la época de la zafra.En esta asimétrica sociedad de hombres, las cuestiones de clase y masculinidad se conjugaron de diversas formas. Administradores, capataces, jefes de fabricación y cultivo y mayordomos, entre otros, actuaban como agentes patronales encargados de controlar los procesos de trabajo y pautar los ritmos productivos. Las funciones de supervisión de estos estrechos colaboradores, y otras que sobrepasaban la esfera laboral para inmiscuirse en aspectos de la esfera doméstica, generaron situaciones de maltrato y humillación convirtiéndose en una reiterada causa de conflictividad laboral. La afirmación o degradación de los valores asociados a la masculinidad fue permanentemente actualizada en las fábricas y los pueblos azucareros. La "revolución de junio" de 1943 y el peronismo irrumpieron en esta urdimbre laboral de deferencias y jerarquías conmoviéndola desde sus cimientos y modelando la fisonomía y dinámica del asociacionismo azucarero. El impulso que el Estado brindó a la sindicalización de los trabajadores dio lugar a formación de las dos entidades más importantes de la agroindustria: la Federación Obrera Tucumana de la Industria Azucarera (FOTIA) y la Federación de Empleados de la Industria Azucarera (FEIA). La imposibilidad de la agremiación conjunta puso en locución las históricas distancias y tensiones de clase entre obreros y empleados. Una arista intrínseca del proceso de sindicalización de los años cuarenta fue la recuperación del orgullo y la autoestima de la clase trabajadora. La posibilidad de los trabajadores de denunciar situaciones de injusticia, de interpelar formas de deferencia y de expresar públicamente cuestionamientos a situaciones de humillación modificó las vivencias asociadas a la masculinidad y transformó la experiencia de la clase obrera. En tal sentido, cabe preguntarse cómo los repertorios de confrontación, la construcción de liderazgos y las formas de negociación sindical fueron modelados por la coyuntura de oportunidades y por la forma en que el peronismo redimensionó la masculinidad obrera. En síntesis, a lo largo de estas páginas trataremos de repensar de qué forma entre 1944 y 1949 las cuestiones de clase y género adquirieron nuevos sentidos y gravitaron en la dinámica del emergente sindicalismo azucarero.