INGEOSUR   20376
INSTITUTO GEOLOGICO DEL SUR
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Control estructural en el drenaje superficial del sector norte de las sierras de Curamalal y Bravard, Provincia de Buenos Aires, Argentina
Autor/es:
LEBINSON, FERNANDO; GRILL, SILVIA
Lugar:
Puerto Madryn
Reunión:
Congreso; VII Congreso Argentino de Cuaternario y Geomorfología; 2018
Institución organizadora:
CENPAT-CONICET
Resumen:
Las Sierras Australes de la Provincia de Buenos Aires corresponden a una faja corrida y plegada (Ramos 1984) con una extensión aproximada de 150 km. La zona de estudio ubicada a 20 km al sureste de la localidad de Pigüe, entre el Cerro Trocadero y el arroyo Curamalal Grande, comprende parte de las sierras de Curamalal y Bravard. Estos cordones montañosos constituyen dos alineamientos subparalelos con dirección general NO-SE y disposición en suave arco convexo al norte (González Uriarte et al., 1988). Esta primera etapa de nuestro estudio tiene como objetivo el análisis del control estructural (disposiciones y litologías) en los escurrimientos superficiales del sector plegado y el valle que separa ambos cordones montañosos. Para ello, se examinan las orientaciones de los rasgos estructurales predominantes: diaclasas, fallas, pliegues.La estratificación de las rocas en ambos cordones se caracteriza por un rumbo de 140º (SE-NO) con buzamientos entre 40º-60º hacia el SO (Fig. 1). Por lo cual, según la clasificación de Viers (1983) la secuencia conforma una estructura monoclinal de tipo hogback. En relación a la fracturación, se midieron orientaciones de diaclasas en las distintas unidades (Fig. 1). En general, se registraron cuatro juegos de diaclasas con orientaciones 005º, 040º, 080º y 120º, siendo predominante la fractura con orientación 040º. En los primeros tres, los buzamientos varían entre 63º y 82º con dirección, en general, al SE y en menor medida al NO, mientras que en el último el buzamiento varía entre 60-80º al NE.El drenaje superficial en las sierras de Curamalal y Bravard se destaca, en general, por presentar patrones en enrejado y paralelo. Además, algunos cauces suelen desembocar como tributarios en un escurrimiento en común conformando un drenaje rectangular, como sucede en los arroyos Curamalal Grande y Curamalal Chico. De acuerdo a las observaciones efectuadas en imágenes satelitales Google Earth se identificaron en total 43 escurrimientos superficiales (Fig. 1). Las mediciones de las orientaciones de 24 arroyos en la Sierra de Bravard dieron como resultado una dirección predominante SO-NE (218º-038º). Del mismo modo, 19 orientaciones de los arroyos en la Sierra de Curamalal arrojaron una dirección promedio SO-NE (219º-39º). Por otra parte, el Valle de Las Grutas presenta una orientación SE-NO (130°), la cual responde a una zona de debilidad en donde se ubica un corrimiento con vergencia al este.Con respecto a la morfología de los valles, se destacan diferencias cuando estos atraviesan a las unidades formadas principalmente por cuarcitas (formaciones Trocadero, Bravard y Napostá) en relación a los que inciden en las unidades compuestas por cuarcitas y esquistos (formaciones Hinojo y Providencia). En las primeras unidades, los valles son rectos, con valores de pendientes entre 20-35% y ancho variable entre 10 y 50 metros con escaso desarrollo de planicies. En cambio, en las segundas, los valles en general son rectos aunque en algunos sectores presentan sinuosidades, y sus pendientes son menores de 10%. Estos valles suelen ser más amplios que los anteriores con valores entre 80 y 240 metros y con planicies más extendidas.La fracturación dominante en las sierras de Curamalal y Bravard tiene una orientación NE-SO y se dispone perpendicular al rumbo de la estructura monoclinal. Los arroyos que inciden en las laderas como los transversales (abras) presentan una orientación NE-SO (038º) similar a la fractura predominante. De acuerdo a la clasificación de Ollier (1984) sobre la orientación de los valles con respeto la estructura, los cauces a lo largo de las laderas occidentales de las sierras corresponden a valles de buzamiento, mientras que en las laderas orientales los valles son contrarios al mismo (Fig. 1). Por otra parte, el Valle de Las Grutas corresponde a un valle en dirección de rumbo (subsecuente). El mismo tiene mayor grado de madurez que los demás, presentando por sectores un curso con meandrosidad marcada. Las morfologías de los valles presentan importantes diferencias según la unidad litológica que atraviesan. En las unidades cuarcíticas, los valles tienden a ser rectos de alta pendiente y angostos, mientras que en las unidades compuestas por cuarcitas y esquistos, los valles son más sinuosos y tienen menor pendiente.De acuerdo a los datos obtenidos del análisis estructural, litológico y del drenaje se destaca un importante control de la deformación en el drenaje superficial de los cordones serranos de Curamalal y Bravard. Esto se manifiesta en la orientación y distribución de los valles que los surcan, los cuales se desarrollan preferentemente a lo largo de las fracturas que afectan a la región.