INGEOSUR   20376
INSTITUTO GEOLOGICO DEL SUR
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Las brechas tectónicas de Quebrada del Diablo Lower West: principal control de la mineralización de oro. Distrito minero Gualcamayo, San Juan.
Autor/es:
D´ANNUNZIO, CELESTE; RUBINSTEIN, NORA; DIMIERI, LUIS
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Geológico Argentino; 2014
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina
Resumen:
El Distrito Minero Gualcamayo (29°43´10"S, 68°38´26"O; Fig 1a) se ubica en la faja plegada y corrida de piel fina de Precordillera Central, en el extremo nororiental de la provincia de San Juan. La estructura regional consiste en un abanico imbricado de pliegues por propagación de falla, y corrimientos fuera de secuencia relacionados al levantamiento de las estructuras de la Precordillera Oriental. El nivel de despegue principal está localizado cerca del techo de las calizas de la Fm. San Juan (Giampaoli y Cegarra 2003). En el área del Distrito Minero Gualcamayo, las principales fallas son corrimientos de rumbo NNO-SSE con marcadas deflexiones a lo largo de su rumbo. Las superficies de falla de los mismos buzan al OSO y en general son paralelas o subparalelas a los buzamientos de los estratos que afectan (25º y ocasionalmente 65º) constituyendo corrimientos predominantemente de bajo ángulo y excepcionalmente de alto ángulo. Existe otro sistema de fallamiento transversal a los corrimientos con rumbos ONO, ESE y E-O. Presenta desplazamiento de rumbo de varias decenas o centenas de metros. El plegamiento observado en los depósitos paleozoicos se orienta paralela o transversalmente a las estructuras regionales principales, presentándose como anticlinales y sinclinales con hundimiento de sus ejes al sureste o al noroeste (Zambrano et al. 1996). El sobrecorrimiento la Silla- Alaya (Fig. 1) coloca rocas carbonáticas correspondientes a las formaciones Los Sapitos y San Juan, de edad cambro- ordovícica, sobre rocas del Mioceno Tardío correspondientes a la Fm. El Corral (Soechting et al. 2009). Quebrada del Diablo Lower West (Fig. 1b) es un cuerpo mineralizado no aflorante que se encuentra entre 500 y 600 metros de profundidad. Es elongado en sentido E-O y con dimensiones conocidas de 500 metros de largo, 100 metros de ancho y 80 metros de espesor (Soechting et al. 2009). La mineralización de oro constituye el cemento de brechas caracterizadas por una importante variación en la composición y abundancia relativa de clastos, matriz y cemento, así como en el tamaño de los clastos. El cemento constituye entre 20% y 50% del volumen total. El mismo está compuesto por sulfuros, carbonato y sílice en proporciones variables. En muestra de mano los sulfuros aparecen conformando un agregado de grano muy fino de color negro compuesto por pirita, marcasita y en forma subordinada esfalerita y oro (D´Annunzio y Rubinstein 2013). Los parámetros geométricos que pueden ser usados en la determinación de procesos relacionados a la formación de brechas son la geometría y distribución de fragmentos (Jébrack 1997). Si bien una misma geometría puede ser relacionada a procesos diferentes, ésta puede usarse para establecer el o los posibles mecanismos de generación de una brecha o, al menos, para separar procesos físicos de químicos en su formación (Jébrack 1997). La distribución de fragmentos se calcula con datos medidos en sistemas naturales (Jébrack 1997), sin embargo no existen datos experimentales para sistemas desarrollados en zonas de falla. Por otra parte Sibson (1977, 1986), quien estudió sistemas de brecha desarrollados en ambientes cercanos a zonas de falla, utilizó, además de los rasgos texturales mencionados, la composición de clastos y matriz, así como también la abundancia y características de la matriz. Las brechas mineralizadas de Quebrada del Diablo Lower West (Fig 1c y 1d) están caracterizadas por la presencia de abundante matriz clástica de grano fino (hasta 70%) con composición similar a aquélla de los fragmentos líticos y orientación preferencial de las arcillas. La matriz que se forma en rocas de falla en ambiente frágil, en la cual las arcillas se forman sintectónicamente, suele presentar estas características (Evans 1998) producto de la molienda de los clastos de mayor tamaño (atrición). La geometría de los clastos de las brechas mineralizadas es variable incluso dentro de una misma muestra, sin embargo la notable abundancia de clastos con bordes netos sugiere predominancia de procesos físicos. Las características mencionadas de las brechas mineralizadas de Quebrada del Diablo Lower West que han permitido asignarles un origen dominantemente tectónico (D´Annunzio y Rubinstein 2013), son el principal control de la mineralización de oro, ya que constituyen en sí mismas un medio poroso que permitió la circulación de fluidos hidrotermales y la posterior precipitación de sulfuros con oro. El conocimiento acabado de la estructura de superficie es un factor determinante en el estudio y la prospección en este tipo de depósitos no aflorantes, ya que es posible correlacionarlos con grandes estructuras y fajas de deformación.