INVESTIGADORES
MIE Fabian Gustavo
artículos
Título:
Hesíodo: Teogonía. La idea de lo divino
Autor/es:
FABIAN MIE
Revista:
Anales de Filología Clásica
Editorial:
Instituto de Filología Clásica
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 1997 vol. 15 p. 129 - 166
ISSN:
0325-1721
Resumen:
En el intento por determinar aquello que fue la forma de lo divino en el pensamiento de los griegos arcaicos no estamos obligados únicamente a un trabajo histórico-conceptual, pues la cuestión de lo divino ha comenzado a tomar actualmente nuevos contornos, que prefiguran el surgimiento de otro status para ese problema. De ahí que el interés por interrogar nuevamente a los griegos en este respecto no puede hallarse predeterminado por anteriores perspectivas, ni por el designio metódico y conceptual involucrado en la proyección de su religión en la historia de su vinculación con el judeocristianismo. Nuestra propia situación me parecería mucho más justamente atendida por una investigación que, consciente de los condicionantes históricos, busque alguna precisión sobre la extrañeza con que particularmente hoy nos toca esa experiencia en el diálogo con aquellos a nosotros siempre, irreductiblemente extraños. En la efectivización de ese diálogo con los griegos se nos ofrece la posibilidad de esclarecer lo que ha llegado a ser para nosotros un sobreentendido, en tanto para ellos significó una conquista. El primero entre los griegos que elabora una idea de lo divino, que así pone con virulencia en tensión lo propio con lo ajeno, fue Hesíodo. Para el establecimiento de un diálogo fructífero con él no alcanzan los medios ofrecidos por aquella filología que no toma en cuenta metódicamente las exigencias de la propia situación y del contacto posible, que aquellas definen; una investigación que no antepone el esclarecimiento de nuestra propia relación actual con la historia y el pasado, no sabrá conducir el diálogo con los griegos formulando las preguntas necesarias, que como respuesta dejen aparecer aquello que nos es propio en la proveniencia de su sentido. En este siglo, la filología forjó y aprendió a usar medios para hacerse intempestiva, lo cual era sin más condición para tener efecto en su tiempo, y a la vez para responder como ciencia a las exigencias de la época. Esto significa aquí como programa que ya no dejamos valer la consciencia de superioridad moderna, que fue un supuesto para el siglo pasado. Con ello se cambia nuestra relación con la filosofía griega, especialmente con su etapa presocrática. La categoría de lo arcaico ya no se entiende desde una cumplimentación de sus inciertos inicios, y entonces ya no creemos saber previamente qué tienen que decirnos aquellos filósofos y poetas, cuál es su verdad. En lo siguiente se trata de perseguir algunos rasgos arcaicos en orden al descubrimiento de posibilidades que no han sido agotadas por la asunción clásica de los mismos, y así subsisten como promesas ignotas para la historia de la filosofía, asumidos incómodamente por esquemas posteriores.