Partes de guerra en la literatura testimonial argentina

NOFAL, ROSSANA

Miguel Dalmaroni y Geraldine Rogers (editores). Contratiempos de la memoria en la literatura argentina. La Plata, EDULP, 2009. , 316 páginas.

EDULP

Lugar: La Plata; Año: 2009; p. 239 - 259

La dictadura aparece en la literatura testimonial argentina como una historia susceptible de ser contada de manera distinta una y mil veces. Frente a la magnitud del poder represivo los escritores del género postulan, al menos en el imaginario, la necesidad de convertir en victoria las derrotas de los movimientos revolucionarios. La posibilidad de leer los testimonios en términos de guerra se presenta como un modo, entre muchos otros de operar la lectura sobre las acciones de la lucha armada. En gran parte de los relatos testimoniales, el lugar del autor es el lugar del familiar. Los libros se escriben ?del lado de aquí? y los lazos de sangre legitiman la escritura. La necesidad de explorar las múltiples verdades sobre el pasado compromete a un nosotros conocido. Protagonistas, compañeros, compañeras, hermanos, hermanas, madres y padres ocupan los lugares del testigo de los hechos a la vez que ejecutan el mandato de hablar por los muertos. El género todavía no puede desvincularse de los protocolos iniciales y su expresividad está potenciada por la cercanía a las víctimas. Postulo, entonces, la necesidad de pensar una máquina de lectura que no suponga silenciar la idea de violencia en el género testimonial. Una variable cronológica de organización del corpus supone pensar a sus sujetos en términos de desaparecidos, militantes y soldados. Las modulaciones de la militancia siempre estuvieron presentes en el género, sin embargo no aplicamos los mismos mecanismos de lectura al momento de dar cuenta de la opción por las armas y sus protagonistas. Los primeros relatos estuvieron muy pautados por las necesidades formales del testimonio jurídico. En el marco del juicio a los responsables escuchamos y editamos los testimonios de las víctimas pero ensombrecimos los rincones más perturbadores. La posibilidad de leer la idea de guerra como un cuento que permanece inmutable en los relatos, permite pensar en encadenamientos de las historias sin sucesiones; los cuentos pueden modificar las cronologías hasta el punto de suprimirlas.