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Los anfibios presentan diferentes tipos de locomoción (pueden ser por ejemplo trepadores, caminadores, saltadores y nadadores), por lo tanto las articulaciones de sus rodillas ejercen esfuerzos mecánicos exigentes entre los tetrápodos. Entre ellos, el anuro Xenopus laevis presenta un sistema locomotor nadador. El menisco, una estructura fibrocartilaginosa con forma de medialuna, tiene la función de transmitir la carga mecánica a través de la articulación tibio-femoral, disminuyendo el impacto y la tensión resultante ejercida sobre los cartílagos articulares. Debido a que no hay antecedente sobre la ontogenia de rodilla y meniscos en Xenopus laevis, decidimos estudiarlo. Objetivo: Describir el desarrollo de los tejidos que forman la rodilla de Xenopus laevis y en particular la forma del menisco a lo largo de su ontogenia. Utilizamos cortes histológicos de rodilla en los estadios: 57, 58, 61, 63, 64, 65, postmetamórfico y juvenil, que fueron sometidos a tinciones con Hematoxilina-Eosina-Azul de alcián, y a inmunohistoquímica el estadio postmetamórfico. Se realizó un análisis de morfometría geométrica de los meniscos y las epífisis de los huesos largos. En Xenopus laevis el desarrollo de las estructuras fibrosas de la articulación de la rodilla procede principalmente del tejido pericondrial. El menisco está insertado en el tejido conectivo. Este sufre un proceso de cavitación responsable de la separación de los meniscos y las epífisis durante la etapa de motilidad, que es fundamental para producir la conformidad de estas estructuras. El análisis de morfometría geométrica nos permitió distinguir que hay dos patrones de diferenciación asociados a la funcionalidad de las extremidades y que la variación de la forma se concentra mayormente en el menisco, a lo largo de la ontogenia la rodilla. La forma triangular del menisco se distingue en la fase inicial del desarrollo ajustándose sutilmente la forma de las epífisis a lo largo del desarrollo.

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