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La Sierra de Ambargasta, al sur de la provincia de Santiago del Estero (Argentina), se encuentra compuesta dominantemente por rocas graníticas que constituyen el basamento cristalino, mientras que las rocas metamórficas son muy escasas. Entre éstas se destaca la presencia de minúsculos afloramientos de rocas córneas u hornfels en la zona de la mina La Clemira, producto del metamorfismo de contacto de las intrusiones plutónicas sobre rocas pelíticas preexistentes, las que deben haber cubierto áreas más extensas y han quedado reducidas a colgajos o relictos en el techo del batolito. Otros afloramientos de rocas metamórficas sobre los granitos de Ambargasta son los pequeños afloramientos de los esquistos cuarzo biotíticos de la Formación Pozo del Macho, al norte de la localidad de Ojo de Agua, sobre la ruta nacional Nº 9. Sobre los granitoides se apoyan discordantemente rocas sedimentarias sin metamorfismo de las Formaciones El Escondido y La Puerta. Abundan, además, intrusiones de tonalitas (Quebrachos Colorados), pórfidos graníticos (Formación Oncán) y vetas con manganeso. Las corneanas de La Clemira están compuestas por una intercalación de capas de pelitas y areniscas afectadas por metamorfismo de contacto. El estudio detallado de los afloramientos ha permitido reconocer tres tipos de rocas metamórficas de contacto, a saber: corneanas pelíticas moteadas de color negro, corneanas psamíticas de color pardo claro y metagrauvacas biotíticas de color gris pardusco. Los tres tipos litológicos aún conservan la estratificación original del sedimento (S0), que se reconoce por el bandeado composicional, con buzamientos de alto ángulo hacia el este hasta verticales. En los niveles más bajos reconocidos afloran las corneanas pelíticas y psamíticas, que reflejan la intercalación original de pelitas y areniscas. Ascendiendo en el terreno, aparecen metagrauvacas biotíticas y, por último, rocas sedimentarias con metamorfismo incipiente, en las que aún pueden reconocerse, estructuras sedimentarias de distinta naturaleza, además de estructuras plegadas deformacionales. Basándose en las relaciones texturales reconocidas principalmente en las corneanas pelíticas moteadas, puede establecerse una secuencia textural en varias etapas: (1) El protolito habría sido una roca pelítica con un plano de estratificación S0 que contendría los reactantes principales compuestos por cuarzo + clorita + muscovita, a los que se agregan feldespatos y accesorios. (2) Durante esta etapa, se habría iniciado el metamorfismo de contacto, con desarrollo de abundante biotita en la matriz de la roca. Esta biotita se encuentra orientada según un plano S1 paralelo al plano S0, indicando así un crecimiento mimético de la misma. (3) En esta etapa se produce la porfiroblástesis del núcleo de la cordierita poiquilítica englobando los minerales de la matriz, principalmente la biotita orientada generada en la etapa anterior pero notablemente de grano más fino. Además, incluye minerales opacos de grano muy fino y otros accesorios, lo que le confiere un aspecto punteado. En otras partes de la roca, se generan blastos de andalucita poiquilítica, que incluye biotita y cuarzo de la matriz. (4) Esta etapa está exclusivamente marcada por el crecimiento del borde externo de las motas de cordierita poiquilítica, que también incluye cuarzo y biotita de la matriz, siendo esta última de grano más fino que la del núcleo. Cabe destacar que la ausencia de minerales opacos le da un aspecto claro y límpido al borde externo de la cordierita. (5) Posteriormente, se sobrepone una alteración que produce pinitización en los bordes de la cordierita. En las corneanas psamíticas y en las metagrauvacas biotíticas esta alteración produce la sericitización de los feldespatos y el crecimiento de una muscovita esquelética de grano grueso. (6) Por último, una serie de venillas de cuarzo y de calcita atraviesan en forma irregular el plano S0-S1.

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