INVESTIGADORES
ORTIZ JAUREGUIZAR Edgardo
congresos y reuniones científicas
Título:
Relaciones de similitud de las faunas de mamíferos continentales de América del Sur durante el Cretácico Superior-Paleógeno ("Edades-mamífero" Alamitense-Deseadense)
Autor/es:
ORTIZ-JAUREGUIZAR, EDGARDO; BOND, MARIANO; CARLINI, ALFREDO A.; GOIN, FRANCISCO J.
Lugar:
Caravada de la Cruz
Reunión:
Jornada; XXIII Jornadas de la Sociedad Española de Paleontología; 2007
Institución organizadora:
Sociedad Española de Paleontología
Resumen:
Las secuencias mamalíferas sudamericanas más completas del Cretácico Superior-Paleógeno afloran en el actual territorio patagónico argentino, existiendo secuencias menos completas (que representan parte de este lapso) en Perú, Bolivia, Chile, Uruguay, Brasil y el norte de la península antártica, que estuvo geográficamente vinculada con el sur de América del Sur hasta los 30 Ma (Zachos et al., 2001; Pascual, 2006; Pascual y Ortiz-Jaureguizar, 2007). Estas secuencias permitieron reconocer un gran número de faunas, que hasta el presente han sido agrupadas en 10 "Edades-mamífero" (SALMAs): 1) Alamitense (Cretácico Superior); 2) Peligrense (Paleoceno Inferior-Medio?); 3) Tiupampense (Paleoceno Medio-Superior); 4) Itaboraiense (Paleoceno Superior); 5) Riochiquense (Paleoceno Superior-Eoceno Inferior); 6) Casamayorense (Eoceno Superior); 7) Mustersense (Eoceno Superior-Oligoceno Inferior); 8) Tinguiririquense (Oligoceno Inferior); 9) Divisaderense (Oligoceno Inferior); y 10) Deseadense (Oligoceno Superior-Mioceno Inferior) (Pascual et al., 1996; Ortiz-Jaureguizar et al., 1999; Pascual y Ortiz-Jaureguizar, 2007). En algunos casos, estas SALMAs están constituidas por faunas provenientes de diferentes regiones geográficas y/o que, aun estando localizadas en una misma región (e.g., Patagonia central), provienen de sedimentos de diferente edad (e.g., la SALMA Casamayorense, subdividida en las sub-SALMAs Vaquense y Barranquense; véase Cifelli, 1985). En este contexto, los objetivos de este estudio son: 1) determinar las relaciones de similitud existentes entre las faunas; y 2) evaluar las propuestas biocronológicas actualmente vigentes. A fin de un análisis más detallado de las relaciones de similitud, también se han incluido: a) la fauna de la "zona de Carodnia" (Paleoceno Medio-Superior) cuyas relaciones de similitud con las restantes faunas paleocenas son controvertidas (véase Bond et al., 1995; Marshall et al., 1997); b) las faunas de las subSALMAs Vaquense y Barranquense, en lugar de la fauna casamayorense; c) la fauna eocena antártica de la Fn. La Meseta, cuyas relaciones con las faunas patagónicas son controvertidas (véase Reguero et al., 2002; Pascual y Ortiz-Jaureguizar, 2007); y d) la fauna de la SALMA Colhuehuapense (Mioceno Inferior), a fin de evaluar las relaciones de la SALMA Deseadense. Como unidades de estudio se consideraron 14 faunas, en tanto que como variables se consideraron 440 taxones (87 familias y 353 géneros). Las relaciones de similitud se determinaron por medio de técnicas de análisis multivariado (i.e., fenogramas, árboles de distancia mínima y análisis de ordenación). Los resultados obtenidos permiten concluir que: 1) la secuencia de las faunas (en particular en el análisis de ordenación y el árbol de distancias mínimas) guarda una notable concordancia con su secuencia cronológica; 2) el mayor cambio composicional se registra entre las faunas de las SALMAs Alamitense y Peligrense; 3) este cambio composicional está íntimamente vinculado con la extinción de los mamíferos gondwánicos y la llegada y diversificación de los marsupiales y placentarios (Pascual, 2006; Pascual y Ortiz-Jaureguizar, 2007); 4) no se corrobora la hipótesis de que la fauna de la "zona de Carodnia" deba ser incluida dentro de la SALMA Itaboraiense, aunque el bajo número de taxones recuperados hace que deba contarse con más taxones antes de tomar una decisión acerca de su estatus biocronológico (véase Ortiz-Jaureguizar et al., 1999); 5) la fauna de la SALMA Tiupampense guarda mayor vinculación con la fauna de la "zona de Carodnia" que con cualquiera de las restantes faunas, lo cual en principio apoya la hipótesis de correlación propuesta por Marshall et al (1987), aunque en este punto es válida también la cautela mencionada precedentemente; 6) la fauna de la Fn. La Meseta guarda una mayor relación con las faunas peligrense y de la "zona de Carodnia", lo cual corrobora la hipótesis de Pascual y Ortiz-Jaureguizar (2007) de que esta fauna antártica es un relicto de una fauna del Paleoceno Temprano y no del Paleoceno Superior-Eoceno Inferior, como postulan Reguero et al. (2002); 7) las faunas de las subSALMAs Vaquense y Barranquense guardan entre sí la misma relación que la observada, por ejemplo, entre las faunas del Paleoceno Superior, por lo que podrían ser consideradas como dos SALMAs diferentes; 8) la fauna divisaderense muestra una mayor vinculación con la fauna eocena de la SubSALMA Vaquense que con las faunas oligocenas de las SALMAs Mustersense, Tinguiririquense y Deseadense, lo cual podría obedecer a razones biogeográficas (al ser una fauna extrapatagónica) o a la existencia de una mezcla de taxones de diferentes niveles, hipótesis ya planteada por algunos especialistas (López, com. pers.); y 9) de corroborarse esta última hipótesis, debería analizarse la posibilidad de redefinir o incluso eliminar la SALMA Divisaderense.